Los magistrados del máximo tribunal de EEUU votaron por extender a todo el país el derecho a llevar armas como una garantía fundamental, declarando así inconstitucional una prohibición para armas cortas implantada por Chicago y Oak Park (Illinois) hace 28 años.
Con su decisión, el Tribunal Supremo amplía a todo el país una histórica determinación de 2008. No obstante, no anuló formalmente la ley, una de las más estrictas en todo el país, porque ordenó a un tribunal federal de apelaciones que revise su decisión previa.
El Máximo Tribunal ha tenido que analizar esta legislación a la luz de la Segunda Enmienda de la Constitución que establece que, “siendo necesaria una milicia bien regulada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.
Existen pocas dudas de que la ley sea finalmente derogada por decisión judicial. El juez Samuel Alito afirmó que la Segunda Enmienda se aplica tanto al Gobierno Federal como a los estados.
La resolución, producto de una votación dividida, 5 a favor y 4 en contra, supone un duro revés para estados y ciudades con elevados índices de violencia y una importante victoria para organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (ANR) y milicias que se han arropado bajo el carácter constitucional de la Segunda Enmienda, a fin de desafiar las leyes estatales y municipales que han intentado acotar su margen de actuación.
El dictamen, redactado en nombre de la mayoría conservadora por Alito, tuvo la opinión en contra de los magistrados John Paul Stevens, Ruth Bader Ginsburg, Stephen G. Breyer y Sonia Sotomayor, que advirtieron contra “las consecuencias destructivas” de esta resolución.
En su escrito, Breyer aseguró que en EEUU cada año se producen 60 mil muertos y heridos por armas de fuego y que la prohibición implantada en Chicago, “salvó cientos de vidas” desde que fue puesta en vigor en 1983.
Apenas se dieron a conocer los términos de la resolución judicial, organizaciones como The Brady Center, que lucha contra la violencia producto de las armas, advirtieron de la embestida de organizaciones conservadoras contra todas y cada una de las legislaciones estatales que han tratado de acotar la venta de armas para contener los índices de criminalidad y violencia.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), Wayne LaPierre, declaró en la web oficial de la ONG estadounidense: “Es un gran momento en la historia de Estados Unidos. Es una reivindicación para la gran mayoría de los ciudadanos americanos que siempre han creído que la Segunda Enmienda es un derecho individual y que la libertad vale la pena ser defendida”.
“La NRA trabajará para asegurar que esta victoria constitucional no se transforme en una derrota provocada por jueces activistas, legisladores desafiantes, o por los políticos cínicos que buscan pervertir, revertir o anular la decisión de la Corte Suprema a través de laberintos bizantinos de restricciones y regulaciones que conviertan a la Segunda Enmienda en inaccesible”, remató LaPierre.
Actualmente se calcula que unos 90 millones de estadounidenses tienen alrededor de 200 millones de armas, lo que además, según estadísticas, convierte a EEUU en el país con más alto porcentaje de civiles que portan o pueden portar armas.