“La declaración del 17 de febrero de 2008 no violó el derecho internacional general”, manifestó el presidente de la Corte de La Haya, Hisashi Owada, y añadió que “la asamblea de Kosovo tenía poder para tomar decisiones que afectaran a su orden legal”.
El juez Owada explicó que declaración de independencia de febrero de 2008 tampoco violó la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además, el magistrado señaló que el caso de Kosovo es excepcional.
Estados Unidos y otros 78 países (incluidos 22 de los 27 miembros de la Unión Europea), reconocieron la independencia de Kosovo, un territorio con 2 millones de habitantes, de los que el 90 por ciento son albaneses. En cambio, la postura de Serbia es apoyada por España, Rusia, China e India, entre otros.
La demanda ante la Corte Internacional de Justicia la inició Serbia que consideró a Kosovo una parte inalienable de su territorio, “el alma misma de su patria”. Conocida la sentencia, el ministro de Relaciones Exteriores de ese país dijo que nunca reconocerá la separación.
El proceso en La Hayq incluyó una audiencia oral, entre el 1º y el 11 de diciembre de 2009, en la que participaron representantes de Serbia, Kosovo y otros 29 estados, entre ellos Estados Unidos y Rusia.
Serbia y los independentistas kosovares mantuvieron una guerra entre 1998 y 1999 que dejó unas 13 mil víctimas, en su mayoría albaneses de Kosovo. Además, casi 2 mil personas continúan desaparecidas.
El fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya generó expectativas sobre todo en países con fuertes movimientos separatistas, tales como Canadá, China, España, Reino Unido o Rusia.