La Oficina de Quejas y Denuncias del Poder Judicial paraguayo recibió el año pasado un total de 1488 denuncias. La dependencia funciona desde el 2008. Los magistrados y funcionarios también pueden presentarlas.
Durante 2010, la recientemente creada Oficina de Quejas y Denuncias del Poder Judicial del Paraguay, recibió cerca de 1500 denuncias, en su mayoría contra abogados y escribanos. La dependencia, creada por Acordada de la Corte Suprema de Justicia local, empezó a funcionar el 1 de febrero del 2008.
Además de a letrados y escribanos también se pueden presentar reclamos contra peritos, oficiales de Justicia, jueces y funcionarios.
Si su abogado le mintió y no presentó el juicio; si su escribano no le entrega nunca los documentos de propiedad de su casa o vehículo, o el juez llega siempre tarde a su despacho, usted tiene la opción de ponerlo a conocimiento de la Oficina de Quejas y Denuncias, que iniciará una investigación al respecto. El titular de la dependencia explicó, a medios locales, que se ocupan de recibir denuncias, quejas y supuestas faltas, que se toman en tres formularios diferentes. Cada acción debe ser responsable; es decir, el denunciante debe dar todos sus datos personales.
Según reveló, desde que se abrió la oficina, los más denunciados son los abogados y escribanos, por mal ejercicio de la profesión o por no haber tramitado expedientes; pese a los pagos, en el primer caso, y en el segundo, por la excesiva tardanza en la entrega de los documentos.
Los jueces y funcionarios pueden ser denunciados por el extravío del expediente, irregularidades que existan, parcialismo, falta de atención al público de una oficina o su excesiva tardanza.
Existe un formulario de denuncias, que puede hacer la persona directamente o a través de un abogado. Primero, da sus datos personales. Después, los del denunciado, que puede ser un auxiliar de Justicia, abogado, escribano, perito, oficial de Justicia, juez o funcionario. El documento tiene espacio para denunciar hasta a tres personas a la vez. Luego se hace un relato concreto de los hechos y se agregan las pruebas y el petitorio. Posteriormente, se dan todas las coordenadas para las notificaciones.
La denuncia entra en el sistema informático y luego es derivada a donde corresponda. Si es un juez o funcionario, va a la Dirección de Auditoría de Gestión. Si es contra los auxiliares de Justicia, va al Consejo de Superintendencia, que encarga el análisis y, si corresponde, un sumario para el denunciado.
Por otro lado, la oficina también sirve para realizar las quejas acerca de los servicios que ofrece el Poder Judicial. Por ejemplo, si un ascensor no funciona, no existe limpieza, no hay acondicionadores de aire o no existen formularios. En este caso es menos complicado y más rápido que en el primero. De nuevo se citan los datos del recurrente, se describe la queja, se aportan pruebas -si las hay-, se hace el petitorio y anotan el teléfono y la dirección para ser notificado.
La queja es derivada luego a donde corresponda. Si son problemas de mantenimiento, es derivada a esta Oficina. Si son cuestiones administrativas, también a esta área. Normalmente, son atendidas más rápidamente y se tiene una respuesta de cuándo se solucionará el tema.
Finalmente, se tiene un tercer formulario, que es de uso interno para magistrados y funcionarios del Poder Judicial. El juez puede denunciar a su funcionario por llegadas tardías, extravíos de expedientes o por otras cuestiones. Los dependientes también pueden hacer lo mismo con los magistrados; es decir, sus jefes.