La Justicia ratificó una condena por prisión perpetua a un hombre acusado por el homicidio de su mujer, a quien prendió fuego tras una discusión en otro de los tantos casos que se registran por índole de violencia familiar. Para el Tribunal, utilizó el procedimiento más lesivo que tenía a mano para provocar la muerte.
La Sala III de la Cámara de Casación Bonaerense ratificó la dura condena a prisión perpetua que se le impuso a un hombre, quien mató a su pareja prendiéndola fuego con nafta, y en el marco de un caso más de violencia doméstica.
En autos “S., A. A. s/ recurso de casación”, los jueces Daniel Casal y Ricardo Borinsky consideraron que el acusado actuó con ensañamiento al haber elegido el medio más lesivo –prenderla fuego- y no “un procedimiento muy inferior” como el poder haber utilizado el arma blanca o una pistola que tenía en su poder.
“Cuando se trata del delito de homicidio, si la acción de agresión, considerada en su conjunto, y con independencia del resultado alcanzado, es adecuada para la producción de la muerte y es ejecutada de forma dolosa por su autor, es inevitable atribuir a éste el conocimiento del peligro concreto creado respecto de la producción del resultado típico”, sostuvo la Cámara, al confirmar el fallo del Tribunal Oral Nº 2 de Mercedes.
En el caso, el cual tuvo lugar en septiembre de 2007, los jueces recordaron que el imputado prendió fuego echándole nafta a su pareja, provocándole quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
Para los jueces, “la despiadada acción” del imputado tuvo como fin la de “aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima”.
“La acción causó a la víctima padecimientos innecesarios entre la ejecución y la producción del resultado del homicidio” y “dicho plus aumentó el sufrimiento” de la mujer”. “Esto fue buscado deliberadamente de forma intencionada y cruel”, afirmó.
En conclusión, los jueces valoraron que si bien el imputado contaba con otros medios para provocar la muerte, ya sea con un arma blanca o bien con una pistola, ambos objetos en su poder, “optó por el medio que pregonara ante su víctima, familiares y vecinos, quemarla como lo hizo y en el modo en que lo hizo”.
En los últimos años, estalló un crecimiento sostenido de los casos de violencia doméstica, que obligaron incluso a la Corte a crear una oficina especial para atender la demanda.
Una última encuesta difundida por dicha dependencia dio cuenta que en dos años crecieron un 75 por ciento las denuncias, que en el 78 por ciento de los casos tiene como víctimas a las mujeres, y el 87 por ciento de las denuncias son contra los hombres.