El Procurador General sugirió a la Corte Suprema que rechace los recursos presentados por los cinco policías condenados en la causa por la muerte de Ezequiel Demonty. En 2002, el joven fue torturado y obligado a arrojarse al Riachuelo.
Mediante un dictamen firmado hace pocos días, el Procurador General de la Nación, Esteban Righi, recomendó a la Corte Suprema que rechace los recursos extraordinarios presentado por la defensa de los cinco policías condenados por haber torturado y obligado a arrojarse al Riachuelo a Ezequiel Demonty en 2002.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 8 condenó a Gastón Javier Somohano, Alfredo Ricardo Fornasari, Gabriel Alejandro Barrionuevo, Luis Emilio Funes y Luis Antonio Gutiérrez, quienes se desempeñaban en la Comisaría 34, la cual tiene jurisdicción sobre los barrios de Pompeya, Parque Chacabuco y Boedo.
Somohano, Fornasari y Barrionuevo fueron condenados como coautores penalmente responsables de los delitos de tortura seguida de muerte, privación abusiva de la libertad y torturas reiteradas -dos hechos - , mientras que Funes y Gutiérrez como coautores de los delitos de omisión de evitar torturas en concurso real con privación abusiva de la libertad. Se les impuso penas que van desde 5 años de prisión a reclusión perpetua e inhabilitación perpetua para desempeñarse en cargos públicos.
El dictamen se elaboró en el marco de la causa "Somohano, Gastón Javier y otros s/ recurso de casación e inconstitucionalidad" que se tramita ante la Corte Suprema luego de la que la Cámara de Casación resolviera denegar las apelaciones de la defensa.
Righi, en su dictamen, sostuvo que “las objeciones del recurrente constituyen, en definitiva, un mero disenso respecto de la inteligencia asignada a una norma de derecho común, materia propia de los jueces de la causa, en particular si el pronunciamiento cuenta con fundamentos suficientes que descartan la tacha de arbitrariedad, como a mi entender ocurre en el sub lite”.
Y agregó: “Las cuestiones planteadas por las defensas de los acusados acerca de los hechos y las pruebas del caso fueron examinadas de modo suficiente y decididas con argumentos razonables por el a quo”, por lo que opinó que “corresponde declarar improcedentes los recursos extraordinarios interpuestos”.
En septiembre del 2002, Demonty y otros dos jóvenes fueron obligados a tirarse al Riachuelo por agentes de la Comisaría 34 de la Policía Federal. Según consta en la sentencia que condenó a los policías, sus amigos Julio Ismael Paz y Claudio Maciel lograron sobrevivir ya que Paz evitó cruzar el río tomándose de unas plantas y Maciel logró cruzar nadando. Demonty murió ahogado y su cuerpo recién fue encontrado una semana después del hecho, el 21 de septiembre.