Este jueves en el Consejo de la Magistratura debutó finalmente el examen oral en los concursos para juez. Los postulantes para la vacante en la Sala II de la Cámara Civil y Comercial Federal de la Capital fueron los encargados de estrenarlo.
La última reforma al Reglamento de Concursos para la selección de jueces, realizado por la anterior conformación del Consejo de la Magistratura, incorporó al ya tradicional examen de oposición escrito, una nueva instancia de similar tenor, pero oral. Para el presidente del Consejo, Mario Fera, esta instancia “genera un espacio público que apuesta a mayor transparencia”.
Este jueves, y tras las modificaciones realizadas recientemente por la nueva integración del organismo, se llevó a cabo el primer examen oral. Se trata del concurso 260, destinado a cubrir una vacante en la sala II de la Cámara Civil y Comercial Federal de la Capital donde de los trece postulantes que fueron convocados al oral originalmente se presentaron sólo once.
Los postulantes que expusieron ante el jurado fueron Gustavo Becerra González, María A. Garsco, Eduardo Gottardi, Liliana Hers, Angela R. Mora, Mariana Pucciarello, Alejandro Saint Genez, Francisco de Asís Soto, Víctor Trionfetti, Fernando Uriarte, Graciela Wust. Mientras que, pegaron el faltazo Flavio Lowenrosen y Hugo Zuleta.
Integrado por los magistrados Graciela Medina y Javier María Leal De Ibarra; y los académicos Daniel Roque Vítolo (U. de Buenos Aires) y María Silvia Gómez Bausela (U. del Litoral), el jurado consultó uno a uno a los postulantes sobre diferentes temáticas.
Ante la atenta mirada del presidente de la Comisión de Selección del organismo, Manuel Urriza y del presidente del Consejo, Mario Fera, los aspirantes contestaron sobre el derecho de las parejas estériles a que las obras sociales den cobertura a los tratamientos de fertilización asistida, y su conocimiento acerca tanto de los argumentos a favor o en contra de otorgar tal cobertura de manera judicial.
También, se les consultó sobre el derecho de los enfermos terminales para solicitar a la obra social que les suministre medicamentos que se encuentran en etapa de experimentación y sobre la nulidad de sentencia en materia procesal.
Uno a uno los aspirantes se sentaron frente a los jurados en la sala de audiencias del Jurado de Enjuiciamiento -situado en el tercer piso del edificio ubicado en Libertad al 700- y consumieron su tiempo, veinte minutos según sostiene el reglamento. Lo curioso fue que los veinte minutos eran chequeados por el Secretario de la Comisión de Selección, José Elorza, mediante un reloj de arena. También cada una de las exposiciones fueron grabadas por cuatro cámaras ubicadas en la sala, cuyo monitoreo era llevado a cabo en una habitación contigua.
“Es una experiencia novedosa” ya que “enriquece las posibilidades” sostuvo Fera al respecto del examen oral, y agregó que esas posibilidades son entre otras cosas poder observar el “desevolvimiento verbal” de los postulantes lo que “le agrega a la calificación un componente distinto, más completo”. Se “genera un espacio público que apuesta a mayor transparencia”, concluyó.