Final de juego

“Lo que más me dolió de toda esta situación es haber perdido el vínculo con mi hermana. Nos criamos solos”, se lamentó Daniel Monroy, en referencia a Liliana Monroy, madre de Nicolás Gualco. Pero la ampliación de su declaración indagatoria, donde entre otras cosas aseguró no estar relacionado con el negocio que intentaba llevar a cabo Gualco, y donde también precisó que fue amenazado por Fermín Pérez Moreno (la supuesta “mano derecha” del narco mexicano) no sirvieron para dejarlo exento de las acusaciones de la fiscal Marta Inés Benavente.

Si bien el comentario entre los abogados de los imputados es que la fiscal fue  “generosa”  con respecto a las penas que solicitó al tribunal, la argumentación que brindó para estimar los grados de culpabilidad trató de cruzar las declaraciones de los imputados, sobre todo, las de Nicolás Gualco, Gustavo Arnesen y Angie Sanclemente Valencia, que en los dichos de Monroy era "la gente que trajo Nicolás de México".

Tres años y medio para María Noel López Iglesias (la “mula”, que evidentemente no esperaba semejante pretensión, a juzgar por su llanto desconsolado), cuatro años para Ariel Letizia, cinco años y seis meses para Nicolás Gualco y Gustavo Páez Arnesen y cinco años para Angie Sanclemente Valencia y Daniel Monroy. Finalmente, para Micaela Sansalone, la fiscal pidió un año de prisión en suspenso.

Con respecto a los cargos que Benavente imputó a los acusados, aseguró que López Iglesias era la autora penalmente responsable de tentativa de contrabando de estupefacientes, a la vez que entendió que Letizia era partícipe necesario del mismo hecho, y para a quien también pidió una multa de 1.000 pesos.

La fiscal brindó un párrafo aparte para Gualco, Arnesen y Sanclemente Valencia, a pesar de que recibieron la misma acusación (partícipes necesarios) enmarcando su argumentación en el artículo 876 del Código Aduanero.

No pesó el hecho de que Monroy asegurara que Fermín era un intermediario entre él y Nicolás, que nunca estuvo involucrado en el negocio y que siempre que le dio plata a Gualco o le prestó su cuenta para recibir el depósito de dinero con el que, en teoría, iban a comprar la droga. Ninguno de estos argumentos resultó un  atenuante para la fiscal Benavente.

Tampoco fue suficiente la intención de Monroy de justificar los constantes llamados que recibía a diario del resto de los imputados y de las conversaciones que mantuvo con Nicolás, en las que aseguró que lo único que intentó hacer fue ayudarlo y brindarle "consejos, dinero, lo que pudiera".

Todos estos elementos fueron desestimados por Benavente,  que por primera vez en lo que va de las audiencias hizo alusión a, por ejemplo, los mensajes de texto entre Gualco y Sanclemente, o el mail que Gualco le escribió a Monroy diciendo cosas como que “Fermín estuvo llamándote todo el día, al igual yo, y el diamante tuvo una charla con el señor que le dijo de todo y ya esta pensando cualquier cosa, y se esta molestando que le estamos demorando tanto” (sic).

La fiscal se detuvo en este punto en particular: si bien durante las indagatorias no había preguntado demasiado sobre los mensajes que figuran en las peritaciones realizadas al celular de Gualco y en los cuáles se dirige a un contacto agendado como “Dia” (según la fiscal probadamente, “Diamante”, es decir, Angie Sanclemente) con frases como “y trae mi pluma Pepo  porfa, te amo”, o “muchos besos, te amo mucho mucho” y “yo a ti te amo”, con lo que Pepo, Dia y Angie son la misma persona.

A partir de este elemento y de la conversación telefónica entre Monroy y Sanclemente en la que la actriz colombiana se presenta como Diamante, la fiscal entendió que se trataba de ella cada vez que se mencionaba a Diamante, a la vez que dio por ciertos los dichos de Ariel Letizia,  aseverando que su declaración era probadamente  verosímil al respecto.

Es en estos términos que también consideró que Monroy estuvo relacionado con el intento de traficar más de 50 kilos de cocaína. En este sentido estimó que no es una coincidencia que Monroy haya estado en Capital Federal durante los días previos a que María Noel López Iglesias fuera detenida con las valijas. A pesar de que Monroy aseguró que había venido por negocios, Benavente entendió que su declaración no era veraz.

En tanto, también dio por probada la responsabilidad de Ariel Letizia en el hecho, pero teniendo en consideración casi plenamente su relato de los hechos, a excepción de su pretensión de asegurar que no vendía droga. Es que, según consignó, por las conversaciones de chat que fueron encontradas en su computadora y, ante todo, la presencia de una balanza en su departamento (elementos secuestrados durante la detención y allanamiento) dan por probado el hecho de que es culpable de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

También dio por probada la relación de “sociedad” que había entre Gualco y Arnesen a la hora de intentar traficar la droga. Para ello citó la evidencia que muestra un depósito de 10.000 dólares de parte de Arnesen al modelo marplatense.

En este orden, también señaló a Arnesen como uno de los responsables, desestimando de plano los dichos en  su indagatoria reciente. Aseguró que no consideraba como verídico el testimonio del venezolano en cuanto aseguró que acompañó a López Iglesias al aeropuerto el día que fue descubierta con la cocaína solo porque Gualco se lo pidió y en razón de proceder sólo por caballerosidad..

A fin de demostrar su punto, precisó que en la declaración de la empleada de la línea aérea mexicana por la que López Iglesias iba a viajar, María Soledad Torres, la testigo había asegurado que el hombre que acompañó a la “mula” se despidió de ella como si fuesen pareja. Esto, según señaló la fiscal, no coincide con el relato de Gustavo en el que aseguró haber conocido a María Noel López Iglesias ese mismo día. Por otra parte, María Noel López Iglesias, aseguró que previo al día de su detención, Paez Arnesen compartió varios  momentos con ella en México, durante "el viaje de prueba" que ella realizó como simulacro de tráfico.

Finalmente, fuentes judiciales del Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 afirmaron que el jueves se dictará la sentencia. La fiscal jugó sus cartas, y a pesar de la “levedad” (como estimaron abogados y allegados a los imputados) de sus pretensiones en términos de penas, recompuso ciertos elementos de la sólida instrucción que dieron mayor impulso a su alegato.