La Cámara de Casación Penal rechazó un recurso presentado por la defensa de un hombre condenado a cinco años de prisión por haber prendido fuego a su pareja por celos. La mujer murió producto de las quemaduras producidas. Los detalles de la causa.
La Cámara de Casación, con las firmas de Eduardo Riggi, Liliana Catucci y Mariano Borinsky, rechazó un recurso de casación presentado por la defensa de una persona que prendió fuego a su pareja porque encontró una remera azul que no era de él en la casa donde convivían. La mujer murió por las quemaduras producidas.
En la causa, “Castillo, Alberto Ramón s/recurso de casación”, se condenó a Castillo a 5 años de prisión como autor del delito de lesiones graves en concurso ideal con homicidio culposo. Según consigna el expediente el hombre al encontrar una remera azul en la casa en la que vivía con la mujer “decidió tomar del armario un recipiente que contenía una sustancia inflamable para derramarla desde la cabeza hacia el tronco del cuerpo” de la mujer y la prendió fuego con un encendedor.
La defensa del condenado planteó la “arbitrariedad de la sentencia” en la valoración de la prueba, en lo respecta a la comprobación de Castillo como autor del homicidio. Sobre todo con respecto a la testigo principal de los hechos y al de su hijastra menor de edad, cuyas declaraciones consideró “contradictorias” e “insuficientes”. La defensa, además de negar haber provocado las quemaduras a la mujer, destacó la actitud del hombre de “apagar el fuego e intentar en todo momento brindarle ayuda a la nombrada”.
Los magistrados sostuvieron que “no se aprecian contradicciones relevantes en el testimonio de la menor” sino más que “la niña recién pudo expresar lo que había percibido respecto del fallecimiento de su madre, cuando se liberó de la influencia del acusado Castillo que la tenía amenazada con matarla si le contaba a la policía la realidad de lo sucedido”.
La niña en su primer versión, con la influencia del padre, indicó que “su madre se quemó mientras cocinaba y por estar limpiándose las uñas con acetona” aunque luego, avanzado el proceso, y con la utilización de la Cámara Gessel, detalló que fue el acusado que “previo a rociar a su madre con alcohol la prendió fuego” y detalló que “la tenía amenazada”.
A esto se suman los dichos de los bomberos que concurrieron al lugar de los hechos que sostuvieron que “si se deja encendida una hornalla, estando con acetona en las manos no se producen el tipo de quemaduras que presentaba la víctima”.
Asimismo, los camaristas consideraron que “tampoco resulta relevante la falta de secuestro de la botella del alcohol, pues se infiere que ese elemento fue eliminado por el imputado, si se tiene en cuenta que luego del episodio pretendió influir sobre la prueba que lo incriminaba, tal como lo hizo amenazando a una niña de siete (7) años”, consignaron.
Todo ello los llevó a rechazar el recurso de casación intentado por la defensa ya que “la crítica que formula la defensa no pasa de ser un mero disenso con la valoración de la prueba efectuada por el tribunal de grado”.