“Será reprimido con prisión de uno a cuatro años el que aprovechare económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave”, expresa el texto de la nueva normativa aprobada este miércoles en el Senado de la Nación por unanimidad.
Su aplicación es notoria: quienes exploten laboralmente a los niños incurrirán en un delito que está contemplado en el Código Penal.
Entre las precisiones de la nueva legislación también queda establecido que “quedan exceptuadas las tareas que tuvieran fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente. No será punible el padre, madre, tutor o encargado del niño o niña que incurriere en la conducta descripta”.
El proyecto nació como una iniciativa de los diputados Héctor Recalde (FpV), Martín Sabatella (Nuevo Encuentro), Carlos Heller (Nuevo Encuentro) y Jorge Rivas (FpV – PJ), y los ex integrantes de la Cámara Baja, Aníbal Ibarra (FpV), Ariel Basteiro (Nuevo Encuentro).
Durante el debate, el senador Pedro Guastavino (FpV) destacó que “lo importante es tener una ley posible, tener una ley hoy y terminar este ciclo para que haya una persecución penal”, y que el hecho de que se hayan establecido exclusiones de la pena responde al hecho de que hay que tratar de evitar la criminalización de la pobreza. Y afirmó el senador que hay familias que “no tienen otra alternativa y porque forman parte de un sector social vulnerable”.
En tanto, cuando recibió el dictamen de Comisión, el ministro de Trabajo Carlos Tomada, quien asistió a los debates, consignó que "este proyecto de ley afecta intereses económicos. Nunca imaginé que una ley en la que, seguramente, desde los valores todos estamos dispuestos a aprobar, iba a tener semejante cantidad de obstáculos para avanzar".
Entre otras cosas, el titular de la cartera laboral manifestó que "quien explote a un menor debe merecer una sanción penal", ya que "no solamente se vulneran los derechos de la niñez, sino que aquel que trabaja de niño queda vulnerado para su desarrollo posterior".
Entre las críticas puntuales que se hicieron se encuentra la de Luis Naidenoff (UCR), quien aseveró: “Yo entiendo lo de la situación económica de las familias. Pero si queremos combatir, hay que ir al hueso, significa que los padres asuman la responsabilidad y que no sometan a sus hijos a la explotación. El avance es muy relativo, es una especie de plumaje para que nada cambie”.
dju
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