Apenas Rohm fue trasladado desde su lugar de detención, en la Dirección de Investigaciones de la Prefectura (DIPA), el abogado defensor Alejandro Carrió le dijo a la juez Servini que antes de declarar querían saber cuál era la situación de la recusación planteada contra la magistrada ante la Sala II Cámara Federal.
Así, un empleado del Juzgado Federal 1 bajó las escaleras y volvió con una comunicación in voce: la cámara aún no había resuelto el pleito. Por eso, Carrió insistió en que su defendido no debía declarar, hasta tanto se resolviera la recusación.
Fuentes judiciales confirmaron que la juez aceptó el argumento defensista, por lo cual la ampliación de la declaración indagatoria quedó pendiente. Como llegó, Rohm volvió a su lugar de detención, que comparte con varios procesados por el caso AMIA.
Fuentes cercanas al expediente indicaron que la estrategia de Rohm sería no volver a abrir la boca hasta que se resuelva el difícil trámite de la derogación de la llamada ley de subversión económica en la Cámara de Diputados de la Nación.
Sin embargo, otras fuentes confirmaron que el procesamiento como organizador de una asociación ilícita alcanzaría para mantener al gerente general del Banco General de Negocios en prisión, aunque reconocen que sería un “golpe político” a la causa.
Además hoy se negó a declarar en la causa Norberto Emanuel, un ex subinterventor de la Dirección de Fabricaciones Militares muy allegado al banco de los Rohm. Emanuel aparece en conversaciones telefónicas grabadas por la SIDE haciendo presunta referencia a la forma de “lavar” una coima producto de la venta clandestina de armas al exterior.