La Justicia porteña ordenó indemnizar con más de 40 mil pesos a una vecina por los daños que le produjeron las raíces de un árbol que se encuentra en la vereda de su casa.
Maria Rosa Cilurzo, titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 22 de la Ciudad, ordenó indemnizar a una mujer que vive en el barrio de San Cristobal de la Capital porque un árbol ubicado en la vereda de su casa produjo daños en el inmueble debido al crecimiento de sus raíces.
En la sentencia, se condenó al Gobierno de la Ciudad a indemnizar a la vecina con 42 mil pesos por los daños y perjuicios producidos en su vivienda como consecuencia del crecimiento de las raíces del arbolado público.
Las tareas inherentes a la política del arbolado urbano y su intervención, corresponden a un rol “de carácter exclusivo del Estado local, y por ende desplaza la posibilidad de actuaciones de los particulares”, dice la sentencia
Se trata de una causa iniciada en 2011 por una vecina del barrio de San Cristóbal quien denunció al Gobierno de la Ciudad por los daños y perjuicios provocados en su vivienda por el crecimiento de las raíces de un árbol ubicado en la acera sobre la que se halla el departamento ubicado sobre la calle Pichincha al 1700.
“Se desprende que la actora -de modo simultáneo con otros presentantes- instó la actuación de la Administración local a los fines de que se solucionara el escenario que denunciara. Además, dimana de las obranzas del expediente que el GCBA no respondió los pedidos ante él formulados”, dice la sentencia.
La mujer sostuvo en la causa que el crecimiento de la raíz le generó “angustia” porque no podía “transitar libremente por su domicilio, no poder cerrar las puertas de su casa, padecimientos por olores constantes a humedad provenientes de estos agujeros, insectos que emergían permanentemente de los mismos, miedo a las caídas y estar pendiente permanentemente de esquivar las baldosas levantadas en su propia cocina deben ser indemnizadas de una manera acorde y no con una suma que lo torne meramente simbólico”.
Aunque la mujer reclamaba una indemnización de cien mil pesos, la jueza porteña dispuso el pago de un monto menor, unos 42 mil pesos por los daños materiales sufridos y por el daño moral que le provocó la situación a la vecina.