B) INTERNAS. Dos son las elecciones que deben afrontar los jueces nacionales y federales en la segunda mitad de este año. Una, para el elegir los cuatro representantes para integrar el Consejo de la Magistratura en septiembre y otra, en noviembre, para elegir autoridades en la Asociación de Magistrados. Si bien las primeras candidaturas recién se van asomando, en algunas de las listas que compiten ya hay nombres que lograron consolidarse en las preferencias de sus adherentes. Este es el caso de la lista Celeste –logró ganar la última elección en la AMyFJN- donde por unanimidad se decidió apoyar la reelección del líder de la agrupación, el camarista civil Claudio Kiper, que siendo cabeza de lista se asegurará el mandato para un nuevo período como consejero. Pero allí no es todo uniforme, ya que sus cuadros aún no definieron si concurrirán solos o en alianza con alguna de las otras listas. La opinión que por ahora tendría mayor consenso es la de “ir con los propios colores”, mientras tratan de convencer al camarista platense Sergio Dugo -integrante de la camada de jueces jóvenes como Corcuera, Aguinsky y el nuevo juez sin juzgado Javier López Biscayart- para que secunde a Kiper en la boleta. A quien seguro no podrán convencer de integrar el cuarteto –para el Consejo se eligen dos camaristas y dos jueces de primera instancia- es a la juez civil Gabriela Iturbide que para muchos era la candidata ideal para ungir una “lista de lujo”.
C) OTRAS. Azul, Blanca y Azul y Blanca son las listas que también están en condiciones de competir en estas elecciones, que siempre se desarrollan en un marco de formal fair play, salvo en una recordada oportunidad, donde fue quebrantado por un grupo siempre cobarde y desgraciado que pretendió perjudicar a una de las listas con llamativos anónimos enviados a las redacciones de los diarios de mayor circulación. Sin embargo, quienes figuraban en ese panfleto, luego hicieron una brillante elección. Uno de los candidatos de entonces y cuyo nombre aparecía en ese anónimo, relató a esta columna los detalles de esa por entonces brava pulseada, reconociendo la hidalguía de los hombres de la lista Blanca que inmediatamente repudiaron ese hecho. Justamente esa lista, ahora, es la que tiene dificultades para cerrar su nómina de candidatos para el Consejo. Y no es por falta de figuras para integrarla, sino todo lo contrario, son numerosos y muy buenos los nombres de los camaristas –son los cabeza de lista- que aparecen en los prolegómenos de la elección para septiembre próximo. Al consabido interés reeleccionista de Bindo Caviglione Fraga, hay que sumarle las importantes adhesiones que concitan Raúl Madueño –de un momento a otro sale al ruedo-, Luis María Cabral y Miguel Angel Caminos, todos hombres del fuero penal y con reconocido apoyo en otros sectores de la justicia.
D) ESTILO. Distinto es el que adoptan otros hombres de la justicia para vincularse con la opinión pública. Ese es el caso de Julio Cruciani, el juez del moñito, que para un sector de la sociedad y el periodismo constituye un paradigma de juez. Más allá de sus ocurrentes análisis basados en leyendas, metáforas y dichos populares, al hombre parece habérsele demostrado que con convicción y constancia los logros llegan. Por eso, nada de Asociación de Magistrados ni Consejo de la Magistratura: según sus allegados, el mediático magistrado que amagó con ser candidato a senador, ahora aspira a ser presidente. Para algunos su cálculo no pasa demasiado lejos de sus posibilidades, ya que especulando con elecciones anticipadas -sistema electoral de ley de lemas de por medio-, su performance no se vería muy distante de la de cualquier dirigente político post devaluación. Y si no llega a presidente, los votos que pueda cosechar bien podrían servirle para posicionarse como ministro de justicia o en otro cargo ejecutivo de relevancia. Por eso muy poco extrañó la presencia de Cruciani en el homenaje a la figura de Julio Mera Figueroa, evento de alto voltaje político que le permitió compartir tribuna nada menos que con el ex presidente Carlos Menem, que dicho sea de paso, ya mira más a la rosada que a tribunales.
E) OTROS OROZCOS. Todavía resuena en los pasillos de Comodoro Py la primicia de Diariojudicial.com del 18 de noviembre último sobre la adjudicación del atentado contra la AMIA por parte de la organización terrorista Al-Qaeda de Bin Laden. Y todavía resuenan en los oídos de los periodistas de este diario las duras críticas recibidas en voz alta y baja por la difusión de la información, a la que algunos colegas que no tuvieron la primicia calificaron de “absurda”. Como lo nuestro es el perfil bajo, optamos por el silencio y nos sentamos a dejar pasar agua bajo el puente, hasta que llegó el reconocimiento de aquella primicia. Ahora, la prensa -en una polémica de imprevisible final- reveló que el gobierno de George W. Bush tenía información previa sobre los atentados del 11 de setiembre. A la luz de este escándalo, un diario de circulación nacional -famoso por sus clasificados- aseguró esta semana que Juan José Etchegoyen, el diplomático argentino que recibió las llamadas que atribuían uno de los dos atentados sufridos en la Argentina a Al Qaeda, avisó en su momento a la seguridad norteamericana y advirtió que en el mismo mensaje se anunciaban nuevas acciones contra objetivos norteamericanos. El matutino asegura que la declaración de Echegoyen es “otro indicio más de las señales que había recibido la administración Bush antes del ataque” del 11 de setiembre y asegura que el aviso del diplomático fue “conocido esta semana en fuentes judiciales”. Con sano orgullo decimos: colegas, revisen nuestra nota del 3 de noviembre del año pasado...