La letrada fundó su pedido al decir que desde el procesamiento de Soriani el 24 de abril de 1996, "no se produjeron actos procesales de relevancia como para tener aptitud interruptiva del curso de la prescripción".
El ex juez federal Adolfo Bagnasco –que en ese entonces estaba a cargo de la causa- procesó a Soriani por la presunta comisión del delito de "defraudación a la administración pública", por la que podría haberle correspondido una pena de seis años "plazo que ha sido excedido no existiendo impedimento alguno para el dictado del sobreseimiento", según la defensora.
En esta causa se investigó el pago de una millonaria coima en 1994 para la adjudicación del proyecto de informatización de más de 500 sucursales del Nación por parte de la multinacional de informática.
En ese oportunidad, Bagnasco investigó y procesó a diversos funcionarios del Banco sospechados de haber recibido esas coimas para favorecer en la licitación a IBM, que finalmente resultara adjudicataria de la misma.
Otero Rella afirmó que "no constituye secuela de juicio el llamado a ampliar declaración indagatoria cuando el mismo no tiene como finalidad la imputación de nuevos hechos delictivos". Según el artículo 67 del Código Penal, la secuela de juicio es causal interruptiva de la prescripción.