Sasiaiñ, quien llegó a ocupar la jefatura de la Policía Federal, además de secundar al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menendez durante la represión en Córdoba, amplió hoy su declaración indagatoria en la causa por la existencia de un plan sistemático para la sustracción y supresión de identidad de hijos de personas detenidas desaparecidas, por la que se encuentra procesado cumpliendo arresto domiciliario.
El ex jefe militar, quien al momento de los casos que se le imputan se desempeñaba como comandante de la 10ª. Brigada de Infantería Mecanizada, a cargo de la subzona 11 del Gran Buenos Aires, negó que los centros mencionados hubieran correspondido a su jurisdicción, rechazando de ese modo los datos que figuran en los informes de la Comisión Nacional Sobre Desaparición de Personas (CONADEP) que figuran en el libro Nunca Más.
La ampliación de la indagatoria responde a los datos aportados por las querellas de los familiares de las víctimas, referidos precisamente a los hechos registrados en el Pozo de Banfield, El Vesubio y la Cacha.
Respecto del primero de esos centros que funcionaron durante la dictadura, a Sasiaiñ se le imputa responsabilidad en los casos de Ada Cecilia Sanz, Yolanda Casco, Paula Logares, María Asunción Nilo de Moyano (embarazadas que se presume dieron a luz en cautiverio) y los menores Hilda Victoria Mantenegro, Clara Mariani (nieta de una de las Abuelas de Plaza de Mayo), Anatole y Victoria Julien Grisona (hijos de desaparecidos uruguayos), en tanto se le acusa por la sustracción de Taranto de Altamirando (Vesubio) y Nelson Corvalán de Suarez (La Cacha).