Durante el primer acuerdo del año, el máximo tribunal convalido excepcionalmente lo resuelto por la Cámara Electoral en torno a la participación del personal de la Secretaría Electoral en los comicios porteños, ratificando así el tipo de convenios que existe para este tipo de casos, en los que las provincias requieren los padrones nacionales para llevar a cabo elecciones distritales.
La Corte puso en claro que su respaldo era por única vez, ya que la Cámara nacional Electoral había dispuesto, en terrenos que son propios de su competencia, durante el receso de enero.
La resolución puso fin a un conflicto con la Justicia porteña, quien pidió el soporte informático de la Secretaría Electoral y parte de su personal, prescindiendo de la intervención del juzgado federal con competencia electoral de la capital.
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, mediante una acordada, le requirió a la Corte disponer de la Secretaría de Informática para todas las tareas relativas a la elección, así como también la afectación de personal de la Secretaría Electoral del juzgado federal con competencia electoral de la capital Federal, a cargo de Servini de Cubría, sin contemplar la intervención de la magistrada.
Estaba claro que el Tribunal Superior de Justicia porteño no requería la participación de la Justicia Nacional Electoral, preservando "su control funcional" en la realización de los comicios.
En respuesta a este pedido, la Cámara Nacional Electoral dispuso autorizar a Servini a prestar la colaboración requerida, para lo cual debía firmarse un "convenio", dejando sentado que la intervención del personal de la Secretaría Electoral y los gastos que demandará dicha colaboración "no importa erogación alguna para el Poder Judicial de la Nación".
Sin embargo, el punto más conflictivo de la resolución de la Cámara Nacional Electoral establece "la designación del personal perteneciente a la Secretaría Electoral Nacional, en el numero que la magistrada considere adecuado, con las tareas a desarrollar para el proceso de colaboración al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires y bajo la Superintendencia de la Cámara Nacional Electoral".
Quedó, asimismo, establecido que "la determinación de las funciones que dichos agentes han de ejecutar, estará a cargo de la señora juez Federal Electoral (Servini de Cubría) quien deberá arbitrar con el personal de la Secretaría Electoral bajo su dependencia, las altas y bajas del padrón del distrito capital federal al 9 de noviembre de 1999. con la incorporación de los nuevos electores".
Ahora, la Corte respaldó la firma de ese convenio, cuyo cumplimiento también satisface las demandas del personal de la Secretaría Electoral. Estos últimos habían hecho público su descontento y la presunta actitud "discriminatoria" del tribunal porteño. No debe olvidarse que actos como las elecciones, amplían los ingresos de los empleados del fuero electoral, a partir del cobro de horas extras. En cambio, la cesión de los archivos informáticos dejaba la puerta abierta para la privatización de los mismos y la consecuente reducción de las tareas del personal en el futuro.