Según el estudio, una de las causas principales de estas falencias “es la traslación generalizada del trámite propio de las cuestiones jurisdiccionales al proceso de toma de las decisiones de gobierno, primando así los enfoques juridicistas por encima de los gerenciales, el ritualismo por sobre la actitud ejecutiva, la tramitación por sobre la ejecución y la espera de la denuncia por sobre el efectivo control de gestión de las oficinas judiciales”.
Fores, un centro académico destinado al fortalecimiento de la justicia a través de la investigación y capacitación, utilizó para sus conclusiones una metodología de comparación y de esta manera contrastó el fuero Civil y Comercial bonaerense con los juzgados Civiles patrimoniales y Comerciales de la Capital Federal.
En ese sentido, la cantidad de jueces utilizados en la Provincia de Buenos Aires para resolver el mismo número de causas es un 80 por ciento mayor que en la Capital Federal.
En tanto, las tasas de resolución y de sentencia en la Provincia de Buenos Aires son inferiores en un tercio respecto de la Capital Federal y la resolución de causas tiene una demora del doble, según indica la llamada “tasa de demora inicial”.
A partir de dichos resultados, Fores cuestiona que la dirección de la estructura del Poder Judicial esté a cargo de juristas, en lugar de expertos en gerenciamiento, como así también la falta de directivas claras, de control de gestión y la ausencia de un plan.