Según comentaron fuentes judiciales la Comisión Directiva de la entidad de Boedo tomó la decisión a raíz de que sobre la entidad pesaban varios pedidos de embargos e inhibiciones, que fueron presentados en su mayoría por ex jugadores, ex empleados, y distintas entidades financieras, entre ellas el Banco Comafi.
En el pedido de concurso, que recayó en el juzgado en lo comercial número 22 a cargo de Margarita Braga las autoridades de la entidad deportiva solicitaron que al mismo se de un carácter urgente raíz de la situación que se vive en el club presidido por Alberto Guil.
Desde el club se tomó la drástica medida ya que consideraron que la “situación que vivían era insostenible” y que tampoco se podía hacer frente a la frondosa deuda que arrastra la institución.
Antes de llegar al pedido de concurso, en el que se declaró como fecha de la cesación de pagos el último 16 de mayo, Guil habría mantenido una reunión con autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino(AFA) en donde se solicitó un préstamo de 500 mil dólares que al parecer le fueron negados, hecho que derivó en la medida.
Desde la institución que disputa el campeonato de primera división se estimó que con la convocatoria se podrá llegar a reducir la ya de por si abultada deuda del club.