A raíz de una denuncia, el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Ramiro González iniciaron una investigación para determinar si durante el fin de semana entraron a robar a la oficina de la magistrada de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, Ana María Figueroa. De esta forma, investigan si robaron un expediente de una causa judicial o si sólo se trató de un hecho de vandalismo. Fuentes judiciales informaron que la ventana de la oficina "no estaba forzada ni rota, sino simplemente abierta y que lo único que se habían llevado era un cuchillo que los empleados utilizan "para cortar las picadas", pero no faltaban causas judiciales, computadoras ni ningún elemento judicial. El hecho ocurrió en una oficina de Casación, en la planta baja de Comodoro Py 2002, donde funciona la vocalía 10 de la jueza Ana María Figueroa y momentáneamente también hay personal de la Sala I de la Cámara. Las alarmas se encendieron ante la posibilidad de un robo de expedientes porque en la Sala I tramitan causas de impacto político como el expediente Hotesur, donde se investiga a la presidenta Cristina Fernández, y la del Memorándum de Entendimiento con Irán. Conocido el hecho se inició una causa judicial en la que declararon cinco empleados y funcionarios que trabajan en esa dependencia y los 40 policías que en distintos turnos se desempeñaron como custodia del edificio durante el fin de semana. Los empleados declararon que el viernes cerraron con llave la oficina a las 17, cuando se fue el último de ellos, y también la ventana de la oficina. La cerradura de la puerta no estaba forzada, por lo que el ingreso se hizo por la ventana, que no estaba rota.