El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de General Roca, provincia de Río Negro, condenó a la pena de diez años de prisión a Severina Cristaldo Escuvilla, por los delitos de trata de personas, en la modalidad de acogimiento de una persona menor de edad con fines de explotación, en concurso ideal con promoción y facilitación de la prostitución de una menor de dieciocho años. La mujer prostituyó a su hija en complicidad con el otro condenado en la causa, José Francisco Peralta, dueño de dos "wiskerías" de la zona de Sierra Grande. Los hechos denunciados ocurrieron hace siete años pero diferentes problemas en torno a la competencia del proceso hicieron que se retrase esta solución, que fue calificada por las partes vencedoras como "histórica".