El 18 de enero de 2015 encontraban muerto al fiscal Alberto Nisman. A un año del hecho, la Justicia todavía no pudo determinar si se trató de un homicidio o de un suicidio. El ex juez Juan José Galeano opina sobre el tema, defiende su trabajo en la causa AMIA y marca la relación entre su investigación y la del fiscal fallecido.
Juan José Galeano, el ex juez de la causa AMIA, que por estos días está siendo juzgado por supuesto encubrimiento en el derrotero de la investigación, decidió hablar.
En una nota publicada el fin de semana en el diario Perfil, con motivo del aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Galeano defiende su actuación como primer juez instructor de la causa y aclara que el trabajo del fiscal muerto se basa en las pistas generadas por su investigación. "Su trabajo se basó en todo el proceso judicial que yo dejé probado y en los indicios y pruebas que se arrimaron a lo largo de diez años de árduo y precursor trabajo", dice.
"A veinte días del atentado sabíamos qué y cómo había ocurrido el hecho terrorista, cuál era el arma homicida y cuál no, y empezamos a delinear quiénes aparecían como responsables nacionales e internacionales de lo acontecido. Todo ello no lo ocultamos. Lo dejamos asentado en resoluciones que fueron confirmadas por nuestros tribunales superiores", escribe Galeano.
Se califica, junto con Nisman, como "los incómodos". Para Galeano, llegar hasta el fondo en la búsqueda de la verdad "implica exponerse personal y profesionalmente".
En su descargo, el ex juez acusa que su remoción por parte del Consejo de la la Magistratura de la Nación fue "arquitectónicamente forzada de la causa" y que la investigación puso en riesgo su vida, y por lo que se ve, también la de Nisman. "Fui amenazado de muerte en dos oportunidades por el estado iraní y, a raíz de ello, pesan sobre mí dos fatwas", explica Galeano.