El presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, presentó una denuncia solicitando que se investigue una falla en el sistema informático del propio Tribunal al momento de realizarse el sorteo para determinar qué Juzgado debía tramitar la causa Nisman. En un primer momento fue asignado el Juzgado de Casanello pero luego el sorteo se invalidó.
El último lunes se hizo efectivo el pase de la investigación sobre la muerte del ex fiscal Alberto Nisman a la Justicia Federal. El mismo día se realizó el sorteo correspondiente por medio del sistema informático de la Cámara Federal y se determinó que el Juzgado a cargo de Julián Ercolini sea el que lleve adelante la pesquisa.
Pero, lejos de ser un simple trámite, ese acto dio pie al inicio de una causa penal. Es que la secretaria General de la Cámara, Susana Echevarría, puso en conocimiento del presidente del Tribunal, Martín Irurzun, de que en ese momento ocurrió una falla en el Sistema de Gestión de Expedientes Judiciales. Informado de esa circunstancia, el propio Irurzun tomó testimonios de la presentación de la secretaria y denunció el hecho, que ahora deberá ser investigado por el juez Sebastián Casanello, quien resultó sorteado.
Casualmente y según se desprende del relato efectuado por la secretaria Echevarría, el Juzgado de Casanello también estuvo relacionado con el sorteo denunciado por fallas en el sistema informático.
Echevarría indicó que la causa Nisman, proveniente del fuero de Instrucción, fue recibida en la Mesa de Entradas del fuero Federal junto con un oficio de remisión de testimonios por separado – en sobre cerrado – para ser ingresado en el fuero Federal.
“En atención al volumen de una y otra actuación, se procedió en primer lugar al sorteo de los testimonios en la mesa de entradas y a la vista tanto de funcionarios y empleados del Juzgado de Instrucción presentes sino también de periodistas y demás público que se encontraba en ese momento en el espacio de acceso público”, relata la secretaria, quien luego señaló que ese proceso “se cumplió de forma acabada” y que la causa fue asignada al Juzgado Criminal y correccional N°7, a cargo de Casanello. Luego se procedió al sorteo de la causa Nisman.
La secretaria explicó que, debido a que se trata de una causa remitida por incompetencia, se mantiene el número originario y sólo se procede al sorteo de Juzgado. Allí comenzaron las irregularidades, Echevarría explicó que “se realiza el registro en el sistema que debe proceder a sortear, situación que no ocurrió como en el caso anterior”.
A diferencia del sorteo de testimonio, en la pantalla de la máquina en la que se operaba el registro “sólo mostró que el sistema estaba en proceso para luego indicar ‘fallo en la transacción’, sin dejar de señalar que se hallaba en proceso de asignación en la oficina actual”. La secretaria puntualizó luego: “el sistema de gestión del expediente judicial nunca indicó la asignación de ningún Juzgado del fuero en las circunstancias en las que debió hacerlo”.
La denunciante expuso que en principio fue a ver la publicación del sorteo de la causa Nisman en la página del Centro de Información Judicial (CIJ), y el Juzgado asignado era el de Casanello, pero en la oficina de sorteos figuraba “falla en la transacción”. Conforme la denuncia, ante esa situación, Echevarría concurrió a su puesto de trabajo, ingreso al sistema con su usuario y cuando trató de acceder a al auditoría el sistema arrojó “se ha producido un error. Inténtelo nuevamente”.
Ante ese escenario, se realizaron comunicaciones a la Dirección General de Tecnología y se ordenó que se invalide la asignación efectuada “sin el proceso transparente y regular que debió ocurrir”. Luego de esa circunstancia se realizó el nuevo sorteo, que finalmente asignó la causa al Juzgado de Ercolini.
El presidente de la Cámara Federal, entendiendo que no se podía descartar “que la falla acontecida en el Sistema de Gestión de Expediente Judicial signifique una alteración que configure un delito de acción pública” denunció lo sucedido.