La Justicia identificó, 22 años después de la explosión terrorista que voló la AMIA, a la víctima número 85 que provocó la bomba y determinó que se trataba del hijo de otra de las personas fallecidas. Estos estudios descartan la hipótesis de que esos restos no identificados hubieran pertenecido al conductor suicida que, según investigó el fiscal Alberto Nisman, habría sido Ibrahim Hussein Berro. Pero como hay más restos no identificados, los responsables de la UFI-AMIA solicitarán nuevos peritajes para saber si corresponden a alguna de las víctimas o si podrían permitir reconocer a quien puso la bomba que estalló el 18 de julio de 1994.
Por lo pronto, ahora se sabe que la víctima 85 fue Augusto Daniel Jesús, quien al momento del ataque tenía 20 años y estaba en la AMIA junto a su madre, María Lourdes Jesús, también fallecida en el ataque, haciendo un curso para el cuidado de enfermos en la sede de la institución de Pasteur 633. La información, difundida en la página de noticias de la Procuración General, precisó que la identificación fue posible a través de la asistencia pericial del Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF), del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación y del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.Los fiscales de la UFI AMIA -a cargo de los fiscales Sabrina Namer, Roberto Salum y Leonardo Filippini- ordenaron la identificación una vez que se certificó la identidad de la madre y sobre comparaciones genéticas que muestran una correspondencia de 99,9999 por ciento.