Un grupo de senadores -la mayoría opositores- presentaron más de una docena de proyectos de ley que buscan modificar el número de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y lograr la paridad de género. Todos fueron discutidos en un plenario de comisiones y acordaron unificar en un solo texto todas las iniciativas para lograr el dictamen que habilite el debate en el recinto.
En el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Banca de la Mujer, Presupuesto y Hacienda y Justicia y Asuntos Penales, los representantes de la Cámara Alta acordaron unificar los proyectos que buscan modificar la composición del máximo tribunal y podría lograr el dictamen en la próxima reunión.
Por un lado, el bloque del Frente Para la Victoria, representado en este caso por Marcelo Fuentes, Silvina García Larraburu y Juan Manuel Irrazábal, presentó una iniciativa que busca una Corte con 13 jueces y dividida en cuatro salas, que distribuirán sus funciones en razón de la materia.
Cada una de ellas estaría integrada por tres miembros y "la nueva conformación deberá posibilitar que la inclusión de nuevos miembros permita reflejar la diversidad de género, especialidad y procedencia regional, en el marco del ideal de representación de un país federal". O sea que cada sala deberá contar con representantes de Gran Norte, incluyendo NOA y NEA, la Región Patagonia y Cuyo; y la Región Centro.
Juan Manuel Abal Medina sugirió una Corte de siete miembros, que refleje en su integración las diversidades de género y procedencia regional y, a los efectos de asegurar la diversidad de género mencionada, el cuerpo no podrá integrarse por más de cuatro jueces del mismo género.
Marina Riofrío, presidenta de la Comisión Banca de la Mujeres, elaboró un proyecto que también pretende regular la representación igualitaria de mujeres y varones en ámbitos de toma de decisiones y de participación política social. En su artículo 2° señala que "la representación de mujeres y varones en el Poder Ejecutivo Nacional deberá ser igualitaria para todos los cargos en ministerios y secretarías, lo mismo que en lo referido al Poder Judicial. De tal manera, en la medida que se produzcan vacantes en su composición, la designación de nuevos miembros deberá respetar la representación igualitaria de mujeres y varones".
La discusión por la ampliación del Tribunal Supremo es de larga data y reavivó la discusión antes del nombramiento de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
Los Senadores escucharon a especialistas en el tema en diferentes oportunidades. Allí, Hernán Gullco, de la Asociación por los Derechos Civiles, expresó que no le parece un tema centrar aumentar el número de miembros de la Corte, ya que la experiencia de ampliación experimentada en la época menemista "fue muy mala" y “se aumentó la burocratización de la Corte”.
Por otra parte, Diana Maffía, directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de Ciudad de Buenos Aires, afirmó que “ninguno de los proyectos justifica con datos o estudios por qué una Corte con más miembros mejora la tarea institucional".
Sobre la falta de paridad de género, Maffía puntualizó que la ausencia de mujeres en la Corte es "muy grave", ya que se trata de “un derecho que nunca debió haber sido sustraído”. “La perspectiva de género debe ser exigida a jueces y juezas”, agregó la filósofa y recalcó que la incorporación de más juezas “es una obligación del Estado y por supuesto de este Senado”.