Tras la difusión de escuchas judiciales entre el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli y su entonces segundo, Juan Martín Mena, donde el primero habría solicitado al segundo que interceda ante el juez federal Sebadstián Casanello, a efectos de que procure evitar dictar el procesamiento del ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en la causa por lavado de dinero por la cual se encuentra detenido el empresario Lázaro Báez, el fiscal federal Ramiro González imputó a ambos por el delito de tráfico de influencias. En la causa, que tramita ante el juez Marcelo Martinez de Giorgi, González solicitó la producción de varias medidas de prueba, entre ellas, que el Juzgado Federal de Ariel Lijo (donde tramita la causa por encubrimiento a Ibar Pérez Corradi en la que se realizaron las escuchas) aporte las transcripciones de las escuchas relacionadas con el objeto de la investigación por tráfico de influencias.