El proyecto de emergencia judicial que elabora el Ministerio de Justicia, apunta a dar una rápida solución a los casi cien cargos que continúan acéfalos en juzgados de distintos fueros en varios puntos del país, con la consecuente demora en la instrucción de los expedientes.
No se han nombrado nuevos jueces desde 1995, debido a la creación del Consejo de la Magistratura, órgano concebido en la reforma constitucional de 1994. Sin embargo, este apenas se conformó a fines de 1998 y recién en julio elevará al Poder Ejecutivo las primeras ternas para designar nuevos magistrados.
"No hay que asustarse con la lentitud en las designaciones. Existe una critica injusta para con el Consejo. Se hace lo que se puede con la ley que tiene. Al establecerse concursos de oposición y antecedentes, la necesidad de conformar jurados idóneos, etc. implicó un proceso para ponerse de acuerdo en torno a los reglamentos. Esto genera un tramite burocrático imposible de acortar", dijo Fernández Moores.
A continuación, sostuvo que este lento procedimiento, implícito en la actual ley, es superior al sistema anterior. "Si se mira en perspectiva, tardar un año en designar un juez que va tener un tiempo de actuación durante los próximos 30 o 40 años, no es tan exagerado, hay que tener un poco de paciencia. Peor es la experiencia que se trae de arrastre, que por necesidad y celeridad se terminen nombrando malos jueces a los que después es muy difícil remover", concluyó.