La presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y los hermanos Sergio y Pablo Schoklender fueron procesados hoy en la causa denominada "Sueños Compartidos", por delitos cometidos a través de esa entidad con el Plan Federal de Construcción de Viviendas instrumentado por el gobierno de Cristina Fernández. También fueron procesados el ex secretario de Obras Públicas José López -ya detenido en otra causa- y su ex segundo, Abel Fatala, quienes -se señala- le permitieron a los Schoklender "en su calidad de apoderados de la Fundación Madres de Plaza de Mayo" que "tuvieran el manejo de la suma de $748.719.414,64, de la cual desviaron $206.438.454,05 de su destino específico". Hubo falta de mérito para el ex ministro de Planificación Julio De Vido y los gobernadores y jefes comunales que firmaron convenios, mientras que se procesó a varias de las personas que participaron en la "ingeniería financiera" de los cheques que habían ingresado a la Fundación. A los Schoklender se los consideró "protagonistas centrales" de la maniobra, mientras que Bonafini fue señalada como partícipe necesaria por entender que "conocía los desmanejos financieros que realizaban los apoderados de la Fundación". La decisión fue tomada por el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, que los encontró presuntamente responsables del delito de "defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, en relación a los financiamientos otorgados por la Secretaría de Obras Públicas".