Especialistas en derecho y ciberseguridad se dieron cita como parte del CSA Argentina Summit para debatir sobre cómo se persiguen ciberdelitos en la “nube”. Cómo se investiga un caso de Grooming o de pornografía infantil, protocolos para el tratamiento de la evidencia digital o los problemas a la hora de presentar medidas de prueba ante tribunales. La discusión que es presenta y futuro.
Hallar a una chica perdida mediante un troyano enviado a su celular, realizar intervenciones simultáneas con fiscalías de trece provincias para hallar a un “groomer” o acosador sexual infantil vía web como una manera de “socializar información” entre distintas fiscalías.
Estos son los nuevos escenarios en los que trabajan las nuevas fiscalías y divisiones especializadas en ciberdelincuencia y que reunieron a abogados, especialistas en tecnología y curiosos en el panel sobre cloud en el sector legal, que formó parte de la CSA Argentina Summit 2017, el evento organizado por el capítulo argentino de la Cloud Security Alliance, una organización internacional sin fines de lucro que tienen como fin fomentar el uso de buenas prácticas, reforzar las garantías de seguridad y ofrecer formación en todos aquellos aspectos concernientes a la temática de Cloud Computing, la famosa “nube”
Del panel sobre cloud en el sector FFSS, Fiscalías denominado “Disipando la tormenta para investigar la nube“ participaron el director en Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la C.A.B.A, Enrique del Carril, el coordinador del Área de Investigaciones de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (#UFECI) Damian Neustad y subcomisaria de la División Desarrollo de Recursos de la Superintendencia de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad, María José Asencio, coordinado por el abogado Miguel Summer Elias.
A sala llena, Del Carril comenzó su exposición sobre cómo se investiga el cibercrimen en la nube explicando el funcionamiento de las distintas aéreas del CIJ, como innovación y desarrollo, investigación tecnológica, informática forense, adquisición de evidencia digital y análisis, imagen y video.
Para Del Carril, el problema de investigar delitos en la nube es que “hay mucha información” y que “hay que gestionarla”, pero además remarcó los problemas que tiene la Justicia argentina a la hora de la admisión de la “evidencia digital”.
Según Del Carril, que es abogado y magíster en Derecho y Magistratura Judicial, los problemas no son tanto en materia legislativa – pese a reconocer que los códigos procesales están hoy “desactualizados”- sino que influye mucho la cuestión “cultural”. “Como con los delitos se pasó a interpretar que el hackeo de un mail es violación de correspondencia, en materia de procedimiento también se puede ordenar un allanamiento remoto”, precisó del Carril.
En sintonía con ese diagnóstico, Damian Neustadt propone la creación de un protocolo de denuncias de ataques informáticos y la obligación de que las empresas informen de los mismos. Desde la UFECI destacan asimismo la baja tasa de denuncia de cibercrimenes. “Hace poco irrumpió el ataque mundial de ransomware Wanna Cry y todavía no recibidos denuncias”, reflejó.
“Buenas prácticas”, eso es lo que recomienda la subcomisaria Asencio, quien también coincide con el cambio de paradigma. “El investigador de ahora no está con la liberta de apuntes y la lupa”, ejemplificó.
Según estadísticas oficiales, en la Ciudad de Buenos Aires el 80% de las denuncias por ciberdelitos son por Grooming o pornografía infantil, delitos que requieren para su persecución de celeridad en los procesos. “Se necesita un cambio de paradigma” admite Del Carril, para quien lo importante es acompañar las pruebas la jueza para que luego éste decida. “La prueba no vale sino que pesa” sintetizó.