El fiscal de La Plata Fernando Cartasegna, con licencia psiquiátrica, renuncia a su cargo en medio del jury que enfrenta por presuntas irregularidades en varias causas. Si la dimisión es aceptada, deberá declarar bajo indagatoria en dos causas penales en su contra.
La dimisión fue presentada ante el jefe de los fiscales de la provincia, el Procurador General de la Suprema Corte, Julio Conte Grand, y fue justificada en "fines jubilatorios", pese a que aún no cumple con la edad requerida por la ley.
La aceptación de la renuncia de Cartasegna además podría hacer caer el jury que le sigue desde hace dos semanas el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios bonaerense, siempre y cuando la dimisión sea aprobada antes de que sea suspendido del cargo que hasta hoy ocupa.
Hasta aquí llegamos
"Por propio derecho, vengo por la presente, luego de haberme desempeñado por casi 30 años en la justicia local, de los cuales los últimos 10 lo he hecho como Agente Fiscal a cargo simultáneamente de las Fiscalías 4 y 9 y como Fiscal referente del Departamento Judicial La Plata de Delitos Conexos a la Trata de Personas y Pedofilia y Pornografía Infantil en la Red, a presentar mi renuncia al cargo con fines jubilatorios", expresa la nota.
Según se informó, la renuncia de Cartasegna debe ser aceptada por el Poder Ejecutivo, aunque aclararon que si el pedido jubilatorio es "por incapacidad", a raíz de su problema psicológico, el funcionario del Ministerio Público deberá pasar primero por la Junta Médica del Poder Judicial.
En cualquiera de los dos casos, si es aceptada la dimisión Fernando Cartasegna será llamado a declaración indagatoria, que ya fue solicitada por dos colegas suyos de la fiscalía platense, que lo acusan de irregularidades en varias causas y de ser el autor de las intimidaciones en su contra.
Esos fiscales, Alvaro Garganta y Ana Medina, lo procesaron tras una auditoría en su despacho, donde se detectaron faltantes de expedientes a su cargo y tras comprobar que los afiches intimidatorios contra Cartasegna que se habían pegado tiempo atrás en los tribunales fueron impresos desde su computadora. Los panfletos, que aparecieron en el baño de la fiscalía platense y en varios pasillos, tenían la foto de Cartasegna y la leyenda "Sos el próximo Nisman", en referencia al fiscal federal hallado muerto en su departamento porteño.
Desaparición forzada de expendientes judiciales
En el jury Cartasegna está acusado de cometer los delitos de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", "omisión de los deberes del cargo" e "incumplimiento de promover la persecución y represión". Cartasegna fue licenciado por la Procuración luego de sufrir una seguidilla de supuestos ataques, entre los que se incluyeron uno dentro de su despacho de la fiscalía platense y otro en su domicilio de la localidad de Gonnet, el que fue baleado por desconocidos.
El primero de los ataques se produjo a finales de abril, durante la madrugada, cuando dos hombres y una mujer vestidos como policías lo golpearon en la calle mientras bajaba de su auto para ir a la fiscalía de calle 7 entre 56 y 57.
Cuatro días después el fiscal fue encontrado dentro de su oficina, cerca de las 18, atado de pies y manos, con un cable en el cuello y a su lado escrita con azúcar el apellido "Nisman".
El último de los ataques se concretó el 19 de mayo, cuando uno de sus custodios se tiroteó con dos personas que llevaban puestos chalecos antibala frente a la puerta de la casa del funcionario judicial, en la localidad de Gonnet.
La última noticia vinculada con la actuación del fiscal fue la desaparición de su oficina del expediente del crimen del estudiante de periodismo Miguel Bru, situación que fue detectada durante un arqueo dispuesto por la Procuración bonaerense. La causa, de ocho cuerpos con 200 fojas, fue hallado una semana después en un armario de la secretaría de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) N°4, mueble que ya había sido requisado días anteriores.
Previo a los ataques Cartasegna investigaba una causa que involucra a agentes de la Policía Bonaerense y abogados de la ciudad capital, quienes integrarían una banda dedicada a la recaudación ilegal bajo la modalidad "caranchos".