La gobernadora Vidal aceptó la renuncia del Fiscal General de San Isidro, Julio Novo, que contaba con un pedido de juicio político acusado de encubrir a narcotraficantes.
Finalmente, después de dos meses, María Eugenia Vidal aceptó la renuncia presentada por el Fiscal General de San Isido, Julio Alberto Novo, quien se encontraba con una licencia forzada por 120 días y con un pedido de jury acusado de encubrimiento a narcotraficantes.
La decisión fue publicada en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires, donde se resaltó que a consideración de los organismos de la Constitución de la Suprema Corte de Justicia, la dimisión es viable porque en esa dependencia “no surgen actuaciones relacionadas con el citado magistrado en el marco de la Ley 8.085”.
El decreto firmado por el Ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, señaló que "acorde con la etapa procesal en que se encuentran las actuaciones (contra Novo), no existe impedimento para que, de considerarlo conveniente, el Poder Ejecutivo acepte la renuncia al Dr. Julio Alberto Novo”.
Novo se encontraba en el cargo desde setiembre de 1994 y estaba procesado, con confirmación de la Cámara Federal de San Martín, por presunto “encubrimiento agravado” en una investigación por narcotráfico y estaba suspendido en sus funciones a la espera de la realización del jury.
El fiscal fue procesado por la jueza Sandra Arroyo Salgado, junto con sus adjuntos Eduardo Vaiani y Rodrigo Caro y las secretarias Melisa Rey y Mariana Busse, por haber entorpecido una investigación en una operación internacional de tráfico de drogas.
La causa se originó en 2012 a raíz de la denuncia que presentó el fiscal Luis Angelini, subalterno de Novo y sus adjuntos, y de los legisladores Elisa Carrió y el ex diputado provincial Marcelo Saín.