El juez Claudio Bonadío dictó el procesamiento con prisión preventiva de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento al atentado a la AMIA a través de la negociación del pacto con Irán. Carlos Zannini y Luis D’Elía fueron detenidos esta madrugada.
A una semana de asumir nuevamente en su banca como senadora, la ex presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió un nuevo procesamiento, esta vez con prisión preventiva, que no se podrá hacer efectiva hasta que la Cámara Alta apruebe su desafuero.
Es por la causa más compleja que enfrenta la ex mandataria: la de la denuncia de encubrimiento por el atentado a la AMIA efectuada por el ex fiscal Alberto Nisman una semana antes de morir, y que la tiene como principal acusada de configurar un presunto “plan delictivo” para “dotar de impunidad” a los imputados por el atentado a la mutual judía en 1994 de nacionalidad iraní
Además del procesamiento de CFK, Bonadío dispuso también el procesamiento de Timerman, pero sin prisión preventiva – será arrsto domiciliario por su estado de salud-, y medidas de coerción a los otros imputados de la causa: en la madrigada de este jueves, la Policía Federal hizo efectiva la orden de detención dispuesta por Bonadío contra el ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zzannini, el ex dirigente piquetero Luis D'Elía, el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y el dirigente de origen libanés "Yussuf” Khalil.
Por su parte, el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, la ex procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, y el diputado nacional Andrés "Cuervo" Larroque, también fueron procesados en esta causa. Igualmente, les prohibió la salida del país
La causa se inició en enero de 2015, en plena feria judicial, con la denuncia del ex titular de la UFI AMIA sobre la “existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa, para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina, con competencia en el caso”.
La ejecución del mismo, conforme la denuncia, se inició a principios de 2013, cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Héctor Timmerman – otro de los procesados- firmó con sus pares de Irán un "Memorándum de Entendimiento" para avanzar con la causa AMIA. Ese Memorándum, y su posterior aprobación por el Congreso Nacional como Ley configuró el tipo penal de encubrimiento, definido por Nisman como una "confabulación" que "ha sido orquestada y puesta en funcionamiento por altas autoridades del gobierno nacional argentino, con la colaboración de terceros" para dotar de impunidad a los ciudadanos iraníes que se encuentran imputados en la causa del atentato.
Ello constituyó, en palabras del fallecido fiscal, "un accionar criminal configurativo, a priori, de los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal agravado, impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público (arts. 277 inc. 1 y 3, 241 inc. 2 y 248 del Código Penal)".
La hipótesis de Nisman en su denuncia, que fue luego impulsada pr su colega Gerardo Pollicita y, tras varias resoluciones que dispusieron su archivo, fue reabierta por un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, es que Cristina Elisabet Fernandez de Kirchner habría orquestado la maniobra, que habría sido instrumentada, principalmente, por Timerman”, y la “intervención activa en el plan encubridor de varios sujetos con distintos grados de participación y responsabilidad que la pesquisa deberá precisar, entre los que cabe mencionar a: Luis Angel D´Elia, Fernando Luis Esteche, Jorge Alejandro "Yussuf´ Khalil, el Diputado Nacional Andrés Larroque, el Dr. Hector Luis Yrimia y un individuo identificado como ‘Allan’”.
Para Bonadío, el plan delictivo contó con "canales paralelos de comunicación y negociación, no oficiales", tales como "vías concretas, eficientes y confiables para avanzar con el objetivo criminal planeado".