La Corte correntina dispuso la extinción del vínculo de empleo público de un hombre que tenía actitudes violentas con una compañera de trabajo y, además, estaba procesado por agredir a su ex pareja.
El hombre se desempeñaba como empleado en un organismo judicial y la causa se originó cuando agredió con un golpe de puño en el rostro a una compañera de trabajo con la que mantenía una relación sentimental.
A partir del hecho, se comprobó que el imputado estaba procesado en otras dos causas. Una de ellas por ser considerado el delito de desobediencia a una orden judicial en una causa de violencia familiar; y otra por los delitos de desobediencia a una orden judicial y lesiones leves dolosas doblemente agravadas por la relación de pareja preexistente con la víctima y por ser cometida contra una mujer mediando violencia de género.
Frente a ello, los miembros del Máximo Tribunal provincial sostuvieron que todas las causas del agente judicial "inciden negativamente en las virtudes públicas que son exigidas por la comunidad a quien ocupa un cargo en la Administración de Justicia".
En ese sentido, los magistrados señalaron que "el Juez, Funcionario o Empleado no debe comportarse de una manera que un observador razonable e imparcial considere gravemente atentatoria contra los valores y principios predominantes en la sociedad en la que presta su función, pues ello generaría el descrédito no solo personal, sino también de la organización que integra”.
Por todo lo expuesto, los jueces de la Corte Suprema de la provincia de Corrientes resolvieron extinguir el vínculo de empleo público del actor de manera inmediata.