El Senado provincial aprobó la reforma de los tribunales de Trabajo propuesta por el Ejecutivo y ahora tribunales pasarán a ser unipersonales y el fuero tendrá su propia Cámara de Apelaciones. La iniciativa había recibido grandes críticas, incluida la Corte Suprema.
Luego de muchas discusiones que involucró a diferentes órganos judiciales, la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley la reforma al fuero laboral propuesta por el gobierno de María Eugenia Vidal con el objetivo de agilizar los juicios.
El proyecto fue enviado por el Poder Ejecutivo en abril y aprobado en el Senado por unanimidad luego de un acuerdo con la oposición donde se incorporaron reformas, cosechó 63 votos a favor, 22 abstenciones y 5 en contra.
A partir de ahora, los tribunales laborales bonaerenses se convertirán en juzgados unipersonales y crea una instancia de apelaciones que no existía.
La iniciativa reforma parcialmente la Ley de Procedimiento Laboral vigente y transforma los actuales tribunales de Trabajo en juzgados unipersonales, donde las salas compuestas por tres jueces pasarán a ser atendidas por un solo magistrado y, de esta manera, se triplicará la capacidad operativa del fuero, según sostuvieron desde el oficialismo.
Por otra parte, con la creación de una instancia de apelación, cualquier sentencia desfavorable podrá ser apelada en el mismo fuero sin la necesidad de acudir inmediatamente al Superior Tribunal, como ocurre actualmente.
A partir de ahora, los tribunales laborales bonaerenses se convertirán en juzgados unipersonales y crea una instancia de apelaciones que no existía.
A la Corte no le gusta nada
Desde que salió a la luz este proyecto, uno de los más ambiciosos del gobierno de Vidal, muchos organismos judiciales repudiaron enérgicamente su implementación. La Corte bonaerense emitió una resolución en contra donde advirtieron que, en el caso que la reforma se apruebe, “será necesario solicitar entre 850 y 1.000 cargos adicionales, la mayoría de los cuales deberían ser letrados” y, además, la construcción de nuevos espacios, lo que implicaría una gran inversión.
“Ante cambios estructurales de tamaña magnitud como los que se proponen, resulta ineludible establecer principios superiores surgidos de políticas públicas sólidas, planificadas y de consenso, donde la Suprema Corte de Justicia y los distintos actores del sistema judicial, aporten sus experiencias y propuestas”, resaltaron los magistrados y apuntaron de lleno contra las políticas de Vidal.
El rechazo del Superior Tribunal se suma al del Colegio de Magistrados de la provincia de Buenos Aires y Funcionarios del Poder Judicial de la Provincia, quienes expresaron que el “Ejecutivo pretende modificar tanto la forma en que se organiza el Fuero Laboral, como el procedimiento por el cual se rigen los juicios” y dicho mecanismo "lejos de solucionar los problemas que denuncia, tiende a profundizarlos”.
Las instituciones aprovecharon la situación para pedir la autarquía del Poder Judicial y sostuvieron que “cualquier reforma que pretenda introducir cambios, importa necesariamente la afectación de fondos destinados a ese Poder y no debería recibir tratamiento hasta después de sancionarse una ley que le reconozca la autonomía administrativa y la autarquía financiera que le corresponde como Poder independiente”.