La Justicia penal validó el testimonio de un menor de 13 años que declaró contra su padre en una causa de violencia de género donde su madre fue violentada. El hombre fue procesado por lesiones leves agravadas por el vínculo.
En los autos “F., S. s/ procesamiento”, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional avaló como prueba el testimonio de un menor que declaró contra su padre por violentar a su madre.
Los miembros del Tribunal, Julio Marcelo Lucini y Magdalena Laíño, rechazaron el recurso de apelación interpuesto por la defensa del imputado contra la sentencia de grado que lo procesó por lesiones leves agravadas por el vínculo.
Los jueces aseguraron que no existen indicios para pensar que el niño de 13 años de edad se pronunció con animosidad, ya que sólo se limitó a describir el conflictivo vínculo que caracterizaba la relación de sus padres.
Los magistrados explicaron que el menor detalló las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar que su madre, verificando también la hipótesis de cargo, la cuál daba cuenta de las lesiones que sufrió su madre y que fueron confirmadas por los peritos en la etapa de instrucción.
En ese sentido, se detalló que la víctima sufrió una “excoriación retroclavicular derecha”, cuya data y mecanismo de producción coinciden con lo descripto en la denuncia, extremos, que sin dudas constituyen un dato objetivo en sustento de su relato. La agresión se desató luego de una pelea de la pareja en presencia del niño.
Finalmente, los camaristas, en consonancia con la normativa nacional e internacional –Ley 26.485 y Convención de Belem do Pará, votaron por confirmar la resolución de grado y el agresor fue procesado por lesiones.
Los jueces aseguraron que no existen indicios para pensar que el niño de 13 años de edad se pronunció con animosidad, ya que sólo se limitó a describir el conflictivo vínculo que caracterizaba la relación de sus padres.