Según datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en los últimos meses se entregaron más de 600 equipos electrónicos en 15 provincias, con el objetivo de controlar el cumplimiento de las medidas cautelares y resguardar la seguridad de las víctimas. “Se les ha dado una solución efectiva a 428 mujeres”, resaltó el ministro Germán Garavano y explicó que esta tecnología permite solicitar ayuda o activar una alerta de pánico en las situaciones en las que la víctima perciba que su seguridad está amenazada o en peligro. Desde la implementación de este procedimiento, las provincias no han reportado casos de agresiones mientras la víctima usaba el dispositivo. Los equipos se componen de dos unidades de rastreo, una para la víctima y otra para el agresor, además de una tobillera que se asegura al cuerpo de este último. Si esta se intenta manipular, sacar o romper se activa una alarma. El sistema monitorea la ubicación y fija zonas de exclusión o de peligro como el domicilio o lugar de trabajo de la víctima, el colegio de los hijos, entre otras. Ante una eventual violación del perímetro se emite una alerta, dicho incumplimiento tiene valor probatorio en la causa judicial.