Se trata de la primera aplicación de la ley 27.206, sancionada en 2015, conocida como de Respeto al Tiempo de la Víctima. Extiende el plazo de la Ley Piazza, al disponer que la prescripción empieza a correr a partir del momento de la denuncia. El hombre había abusado de la hija de su entonces pareja, mientras quedaba a su cargo, entre 1992 y 1995, cuando la niña tenía entre 6 y 9 años.