Los abogados que caminan diariamente el Palacio de Tribunales reconocen al instante la escultura de la "Justicia" de Rogelio Yrurtia, pero pocos saben su verdadera historia. La representación de la diosa griega y los mitos que rodean a la escultura.
Pocos conocen la historia detrás de la escultura de la “Justicia” de Rogelio Yrurtia, que se encuentra emplazada en el hall central del Palacio de Tribunales de la Capital Federal. La obra es resultado de una segunda fundición y la estructura original se encuentra en el cementerio de Olivos.
El escultor argentino, reconocido internacionalmente por la calidad de sus trabajos, comenzó a darle vida a la obra a principios del siglo XX y exhibió la maqueta por primera vez en 1905, durante una muestra artística. Los espectadores aplaudieron y celebraron su belleza.
"Yrurtia ha realizado en esa transfiguración de Themis, acaso la más alta, la más sugestiva y espiritada de sus obras. Ninguna anterior la aventaja en su profunda elegancia formal, en su gracia feliz; ninguna la supera en el contenido conceptual y en la misteriosa virtud de su símbolo", reseñan las publicaciones periodísticas de la época.
No se sabe bien a ciencia cierta cuál fue su destino original. Para algunos especialistas la obra fue calculada para ser emplazada en el Palacio de Tribunales, pero hay quienes afirman que la Nación inició tratativas para enviarla al Palacio de la Paz de La Haya como un presente, algo que jamás sucedió.
Fue finalmente ejecutada entre 1936 y 1938, por pedido de Carlos Delcasse, amigo y mentor del artista, para su sepulcro en el cementerio de Olivos. Casi treinta años pasaron desde su gestación hasta su cuño definitivo, y su emplazamiento implicó varias semanas de trabajo ya que la estructura de bronce pesa alrededor de 1800 kilogramos.
Al respecto, en su última entrevista antes de fallecer, el ex presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, José María Fernández Ferrari, relató a Diario Judicial la historia familiar detrás de la obra. “Delcasse fue una personalidad de su tiempo. Fue diputado, intendente de Belgrano y dueño de la famosa Casa del Ángel”, rememoró.
Fue el propio Delcasse quien eligió y encargó la estatua para colocarla sobre la edificación funeraria. La bóveda llegó hasta Fernández Ferrari por herencia familiar, ya que su tía abuela contrajo matrimonio en segundas nupcias con Delcasse.
“Luego, el Gobierno Nacional le pidió permiso a mi tía para realizar una segunda copia y colocarla en el Palacio de Tribunales”, explicó Fernández Ferrari y destacó que ambas esculturas son idénticas entre sí, dado que los discípulos del artista utilizaron los moldes originales para la segunda fundición.
La “Justicia” de Yrurtia rompe con la tradicional representación de la diosa “Themis”. El artista argentino ideó a una mujer de pie con los brazos extendidos en señal de protección, piedad y perdón. Luce un casco en forma de diadema, y una túnica con pequeños pliegos cae sobre las sandalias.
De este modo, la reproducción en bronce se colocó en el pasillo principal del edificio de Talcahuano al 550, a mediados de 1959. La estructura fue emplazada en el espacio que correspondía originariamente al busto del General José de San Martín, perteneciente al escultor argentino Luis César Perlotti. Dicha obra fue traslada entonces al Patio de Honor, ubicado en la antesala de la Sala de Audiencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Años más tarde, Fernández Ferrari decidió donar el panteón al Colegio de Escribanos por su valor histórico y artístico. Cabe señalar que Fernández Ferrari falleció recientemente y sus restos fueron inhumados en esa bóveda, donde también descansan las cenizas de Delcasse y familiares.
Los mitos y la representación de la diosa griega
Alrededor de la figura se tejieron mitos y leyendas. Tal es así, que en la Facultad de Derecho de la UBA se la conoce como la “sonámbula”, y los ex alumnos recuerdan los relatos de una profesora, quien narraba en sus clases que esa obra había sido enviada para una bóveda del cementerio de la Recoleta, pero, según la leyenda, desapareció misteriosamente y terminó emplazada en Tribunales.
Algunos especialistas, incluso, ven en la escultura simbología masónica como, por ejemplo, la colocación de los pies en forma de escuadra, algo muy utilizado en ceremonias y ritos.
Andrea Laura Gastrón, investigadora y profesora universitaria, explicó que la obra “no tiene ninguno de los atributos clásicos” de la representación que suele adornar palacios y dependencias judiciales.
En este sentido, Gastrón comparó la obra de Yrurtia con la famosa escultura de la artista Dolores Mora Vega, más conocida como Lola Mora, la cual está encarnada por una figura femenina que sostiene en sus manos una espalada y una balanza.
La “Justicia” de Yrurtia rompe con la tradicional representación de la diosa “Themis”. El artista argentino ideó a una mujer de pie con los brazos extendidos en señal de protección, piedad y perdón. Luce un casco en forma de diadema, y una túnica con pequeños pliegos cae sobre las sandalias.
La representación tradicional y más común, por el contrario, suele aparecer sosteniendo una balanza y una espada como símbolos de equilibrio y autoridad. También se la suele representar con los ojos vendados en señal de imparcialidad.