Tres agentes penitenciarios fueron condenados por golpear y amenazar a detenidos en el medio de una requisa. El hecho sucedió en la Colonia Penal de Candelaria.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas condenó a tres penitenciarios que golpearon y amenazaron a un grupo de cinco detenidos en el medio de una requisa, ocurrida en 2007.
Los hechos ocurrieron en la Unidad N°17 de Candelaria, cuando los agentes ingresaron a los pabellones y comenzaron a requisar violentamente las pertenencias de los alojados, maltratando y dañando objetos, propinando golpiza corporal y agresión verbal indiscriminada a los internos.
Según consta en la causa, la golpiza, que incluyó patadas y golpes de puño duró cuatro horas, tiempo durante el cual los privados de libertad permanecieron maniatados. También fueron sometidos a una ‘requisa anal’. Luego, tres de las víctimas fueron trasladadas a otros penales, lo que implicó que perdieran sus avances académicos y laborales y fueran alejados de sus familiares.
Los camaristas enmarcaron el caso dentro del delito de imposición a personas detenidas de severidades y vejaciones previsto y reprimido por el artículos 45 y 144 bis inciso 3) del Código Penal.
En el caso se analizó el informe de los médicos de la Procuración Penitenciaria de la Nación, para corroborar las lesiones sufridas por los detenidos. Los jueces determinaron que los hechos no se basaron exclusivamente en los efectos de la violencia “sino además en la violación del protocolo de requisa, la desnudez colectiva, la exhibición grotesca de regiones pudendas, empujones y golpes”.
Los camaristas enmarcaron el caso dentro del delito de imposición a personas detenidas de severidades y vejaciones previsto y reprimido por el artículos 45 y 144 bis inciso 3) del Código Penal.
El jefe de requisas fue condenado a dos años de prisión de ejecución condicional y cuatro años de inhabilitación en funciones públicas; mientras que los otros agentes recibieron un año de prisión de ejecución condicional y dos años de inhabilitación.