La Justicia Federal frenó un plan para erradicar los conejos de castilla que habitan en el edificio de una institución científica, dependiente del Conicet con sede en Usuahia. Asociaciones civiles pidieron "salvaguardar el derecho y la vida de esos conejos, como animales no humanos".
El Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas anunció recientemente un “control de plagas” en su predio. Se trata de la especie conejo de Castilla (Oryctolagus cuniculus), que fue introducida en Tierra del Fuego desde Europa por los primeros colonos y se extendió por todo el territorio causando daños como la destrucción del suelo y la eliminación de especies animales y vegetales autóctonas.
Tras el anuncio, dos asociaciones civiles, cuyo objeto social es la protección animal, se presentaron en la Justicia y requirieron “salvaguardar el derecho y la vida de esos conejos de castilla, como animales no humanos”. Señalaron que las medidas “implican el exterminio de los animales, utilizando un procedimiento cruel y letal, que les ocasionará grandes sufrimientos físicos y psíquicos a los conejos”.
El organismo, dependiente del Conicet, propuso la utilización de “una fumigación pasiva y extracción manual”; mientras que las asociaciones plantearon un plan alternativo que consiste en la captura manual de los ejemplares existentes y el traslado de los mismos a un predio donde posteriormente serían castrados por un veterinario para el control de la especie.
El magistrados federal consideró cumplido el requisito de peligro en la demora ya que si se avanza con el plan “no habrá chance alguna de retrotraer la situación, pues conforme la actora los animales desaparecerían de manera cruel y con un gran sufrimiento, generando el daño que la medida cautelar, justamente, está destinada a evitar”
El Juzgado Federal de Ushuaia, a cargo del juez Federico Calvete, hizo lugar a la medida cautelar innovativa ordenando suspenderlas medidas directas dispuestas que “implican la matanza de los conejos de castilla que habitan en el edificio de esta Institución Científica, en la ciudad de Ushuaia, mientras dure la tramitación de la causa”. También se dispuesto transformar la acción incoada en un proceso ordinario.
El magistrados federal consideró cumplido el requisito de peligro en la demora ya que si se avanza con el plan “no habrá chance alguna de retrotraer la situación, pues conforme la actora los animales desaparecerían de manera cruel y con un gran sufrimiento, generando el daño que la medida cautelar, justamente, está destinada a evitar”.