Se trata de Eduardo Diego Teledo y Marcelo Darío Casas quienes en 1994 se desempeñaban como personal subalterno en la Brigada de Investigaciones de Lanús, uno como chofer para el traslado de detenidos y el otro como personal administrativo.
Ambos habían sido sobreseidos por el juez federal Juan José Galeano, quien ahora debió pronunciarse nuevamente debido a que la Cámara Federal rechazó la posibilidad que hubieran prestado testimonios falsos cumpliendo órdenes de un superior. Ahora Galeano, además de dictarles el procesamiento sin prisión preventiva, trabó embargo sobre sus bienes por dos mil pesos cada uno.
En el juicio que el Tribunal Oral Federal 3 sigue contra los acusados de participar en el atentado, se requirió un pronunciamiento respecto de la situación del subcomisario Raúl Ibarra, Toledo y Casas en torno a los hechos ocurridos el 15 de marzo de 1994, cuatro meses antes del atentado, cuando participaron de un procedimiento en Olivos, del cual huyó el reducidor de automóviles robados Carlos Alberto Telleldín.
En estos hechos aparecen involucrados otros dos imputados en el juicio, Juan José Ribelli, quien era jefe de la Brigada y el subcomisario Bautista Huici, en relación con las sucesivas extorsiones a las que era sometido Telleldín debido a sus actividades ilícitas.
En ese marco ambos policías prestaron falso testimonio ante el juzgado criminal 5 de Quilmes respecto de aquel procedimiento y con posterioridad al atentado lo hicieron en un sumario administrativo, siguiendo las directivas de Ibarra.
Al declarar en el juzgado, los policías dieron una versión diferente de los hechos “ya que en las declaraciones indagatorias admitieron la falsedad de algunos de sus dichos”, reconociendo no haber perseguido a Talleldín hasta Olivos sino que lo fueron a buscar directamente a una parrilla donde se encontraba junto a su esposa, Ana Boragni.
Ibarra fue procesado y semanas atrás lo confirmó la Cámara, y Galeano hizo lo propio respecto de Casas y Toledo.