Un fallo del Tribunal Supremo de Italia determinó que es obligatorio que los jóvenes que finalizan sus estudios encuentren trabajo. En el caso, se rechazó el pedido de una madre para seguir recibiendo una pensión para su hijo de 30 años.
En una inédita sentencia, el Tribunal Supremo italiano determinó que una vez que terminen sus estudios, los hijos deben independizarse de sus padres y buscar un trabajo que sean capaces de mantener, ya que no se puede pretender que "solo el padre se adapte a cualquier trabajo".
De esta manera, los jueces rechazaron el recurso de una madre que impugnó la decisión del Tribunal de Apelación que revocó la asignación pagada por su ex marido a favor de su hijo, que tiene 30 años y se desempeña como profesor de música. Según detalló la mujer, el joven es suplente y percibe una suma mínima de salario que no le permite independizarse.
En el fallo, los magistrados hablaron de la necesidad de pasar del principio "del derecho a cualquier derecho", al concepto del deber, "porque así lo exige la evolución social".
Los miembros del Tribunal explicaron que para terminar con el "abuso de derechos", una vez terminados sus estudios, "los hijos tienen el deber de buscar trabajo e independizarse, sin cultivar caprichos incompatibles con el cambiante mercado laboral, ya que la manutención tiene una función educativa y no debe ser un seguro indefinido".
Además de rechazar la actualización de la mensualidad pretendida, los juristas revocaron también la concesión de la casa matrimonial para el hijo, "porque ahora en todos los países del mundo se asume la independencia económica a los treinta años, salvo la existencia de un problema económico, menos en Italia".
En el fallo, los magistrados hablaron de la necesidad de pasar del principio "del derecho a cualquier derecho", al concepto del deber, "porque así lo exige la evolución social".
Al respecto, la sentencia resalta que el joven debe "reducir sus propias ambiciones de adolescente", es decir, "es bonito seguir luchando por un sueño, pero es vital poderse mantener por sí mismo cuando se alcanza una edad".
Según los datos del Instituto oficial de estadística (Istat), el 64,3 % de los jóvenes de Italia, en edad comprendida entre los 18 y 34 años vive en familia, con al menos un progenitor.