También fuentes de inteligencia confirmaron la entrega del informe y confirmaron que en el mismo insertaron el nombre del conductor de la camioneta bomba que explotó frente a la AMIA el 18 de julio de 1994, y aseguran que el sujeto ingresó por la triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil poco antes del hecho, en el cual se inmoló.
Según las mismas fuentes de inteligencia, que declinaron aportar más detalles, este y otros datos que figuran en el informe son “contundentes”, e incluyen una nueva versión sobre el origen de los explosivos. Para la SIDE, estos ingresaron también por la Triple Frontera, y estaban basados en una sustancia conocida como “C-4”.
Esta hipótesis difiere de la versión aportada por los bomberos de la Policía Federal, que aseguran que el explosivo era un “amonal”, un compuesto de fácil obtención en el mercado local, a base de nitrato de amonio, un producto químico que también se utiliza como fertilizante.
Incluso, en el juicio oral en curso esa hipótesis se consolidó, porque varios sobrevivientes indicaron que la zona de la explosión presentaba un fuerte olor a amoníaco tras el ataque.
Las mismas fuentes de inteligencia indicaron que el informe “no contiene información sobre la conexión local”, cuyos supuestos responsables conocidos están siendo juzgados en la audiencia oral.
Difusión polémica
La difusión anticipada de fragmentos de ese informe en el diario Clarín, el fin de semana pasado, provocó la reacción inmediata de la comunidad judía, a través de la DAIA, que mediante un comunicado denunció que se trataba de una “maniobra política”.
También el juez de la causa, Juan José Galeano, se habría mostrado molesto por la difusión de la información, según indicaron fuentes judiciales. Incluso, según fuentes de inteligencia, en las últimas horas el juez habría enviado una nota a la SIDE recordando el “secreto de sumario” que rige sobre ese segmento del expediente.
También la AMIA, a través de un comunicado difundido hoy, rechazó la metodología de “filtrar” información utilizada por la SIDE “antes de hacerla llegar a los tribunales obviando de esa forma la utilización de los carriles institucionales adecuados”.
Para la AMIA, el informe de la SIDE “carece a priori de toda credibilidad pues no se funda en los elementos colectados en tantos años de investigación judicial en la que ha participado dicha Secretaría”.
A la hora de sumar dudas, hay que recordar que también en el juzgado se viene advirtiendo que buena parte de la información girada por la SIDE en los últimos años no pudo ser “judicializada”, es decir, incorporada al expediente judicial.
Ahora, desde la SIDE aseguran que esta información sí servirá para avanzar en medidas judiciales, como posibles pedidos de captura. En la casona de 25 de Mayo y Rivadavia dicen que los agentes de la repartición han aprendido sobre el asunto. Será el juez de la causa el que tenga la última palabra.