La Cámara Penal de Córdoba hizo públicos los fundamentos de la condena a cadena perpetua para un padre por encontrarlo responsable del suicidio de su hija. En la causa se probó que la víctima tomó la decisión tras años de abusos sexuales por parte de su progenitor.
Walter Insaurralde fue condenado a la pena máxima tras ser hallado culpable por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 3° Nominación de la ciudad de Córdoba (“Insaurralde, Walter Manuel p.s.a. abuso sexual con acceso carnal calificado, etc.”) por el suicidio de su hija, a quien abusó sexualmente durante años.
En el transcurso del año 2008-2014, el imputado abusó sexualmente de su hija biológica S.A.I, en oportunidad en que la niña junto a su hermano C. de entonces 3 años de edad, concurrían a visitar a su padre -fines de semana de por medio, cada quince días, quien se hallaba separado de su madres- en el domicilio en el que éste residía junto a su otra hija.
El tribunal entendió que si bien la muerte de la víctima fue resultado de una conducta autoinflingida no se trató de una decisión libre de ella, “sino que provino del comportamiento prohibido de Insaurralde”.
“Esos abusos sexuales, provocaron un grave daño psíquico que motivaron, sin duda alguna, las actitudes impulsivas consistentes en varios intentos de autoagresión, hasta que se produjo el desenlace fatal”, expresa el fallo.
"El incoado por medio de sus abusos, puso en riesgo la salud psíquica de su hija y su vida"
La sentencia remarca que el homicidio "es un suceso eventual que no se debe enmarcar dentro de los designios del autor, debido a que en ese caso entraríamos dentro del contexto de otra figura penal. Si bien debe existir un nexo causal entre el abuso y el deceso, el término “resultare la muerte” abarca también a las violencias que no sean propias del ataque sexual”.
"El incoado por medio de sus abusos, puso en riesgo la salud psíquica de su hija y su vida, y esa contingencia, conocida por él, se reflejó en los ataques que ella misma le propinó a su cuerpo en un principio, y por último a su vida, con el consabido resultado muerte, ya que finalmente fruto del desorden mental que le produjeron, terminó por dispararse en la cabeza” concluye la resolución.