El condenado, que tenía 20 años cuando sucedieron los hechos, inició una relación de amistad con la menor (de 13 años en aquel entonces) durante el verano de 2019 que luego se convirtió en una relación de noviazgo; tenía interés en lograr mantener relaciones con la menor “si bien ésta se negaba pues decía que no se encontraba preparada”. Pese a la negativa de la niña, el imputado la abusó sexualmente, motivo por el cual la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a diez años de prisión por un delito continuado de abuso sexual. También deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros por los daños morales que sufrió a consecuencia de los abusos.