Mamá cultiva y litiga

La Corte Suprema de Justicia de la Nación debatirá el próximo 27 y 28 de abril el cannabis medicinal, mediante una audiencia pública, y buscará avanzar en la despenalización de los cultivadores con fines medicinales. 

Los avances en los debates acerca del cannabis medicinal tienen un denominador común: madres cultivadoras que buscan dejar de ser penalizadas por plantar cannabis para sus hijos con distintas patologías, excluidas del actual marco legal. 

Una de las principales organizaciones que batalla por la despenalización es Mamá Cultiva Argentina, cuya principal objetivo es conseguir un marco legal para el cultivo de cannabis para la salud, entendiendo salud en un sentido integral según lo determina la Organización Mundial de la Salud, y abrir espacios de formación y construcción ciudadana y comunitaria que difundan los beneficios de esta terapia en la calidad de vida. Diario Judicial dialogó en exclusiva con Gabriela Cancellaro, miembro de la organización. 

Diario Judicial: ¿Cómo creen que impactará la posible aprobación de la ley para regular a la industria del cannabis medicinal?

Gabriela Cancellaro: Esperamos que sea un paso mas en el camino hacia la regulacion integral de la planta. Hay mucha capacidad instalada en nuestro país y mucha profesionalización en la clandestinidad que todavía sufren quienes producen con la planta en cualquiera de sus etapas, la posibilidad de regulación de la industria significa poner en valor todo ese conocimiento y saberes que adquirimos en un clima de criminalización y persecución. Esperamos que tanto cultivadorxs como organizaciones podamos participar de la regulación (el proyecto de ley habla de la posibilidad de cooperativizarnos), para que la misma no caiga en manos de unos pocos.

DJ: ¿Consideran que debería haber una despenalización para los que eligen cultivarlo en su casa?

GC: Sí. Es fundamental avanzar en la despenalización del autocultivo para todos los usos.

DJ: ¿Cuáles son los principales temores que tienen las madres que cultivan?  ¿Se encuentran expuestas a la persecución penal y la criminalización?

GC: Hoy el mayor temor es la falta de formación de las fuerzas de seguridad  y el poder judicial respecto de los avances obtenidos en materia legislativa, ya que hemos visto cómo ese desconocimiento lleva a que muchas personas vean avasallados sus derechos, en particular el derecho a la salud, por parte de fuerzas de seguridad que no saben qué es el REPROCANN ni sus alcances. 

DJ:¿Qué cambió tras la sanción de la ley 27.350?

GC: Tras la sanción no cambió demasiado en materia legal ya que originalmente fue una ley muy limitada, realizada en la gestión macrista y con mirada mu conservadora sobre la planta y sus propiedades. Sí se modificó la mirada social sobre el cannabis, y comenzó a haber muchas personas que se acercaron para conocer la planta y su cultivo, como una forma segura de acceder, incluso en un contexto adverso. Esa aceptación y el cambio de gestión de gobierno fue lo que permitio avanzar en una nueva reglamentación que ahora sí contempla el cultivo solidario, el autocultivo y en breve esperamos que se incorpore el cultivo para las organizaciones que venimos sosteniendo la demanda social que el Estado aún no logra abarcar. 

DJ: En la actualidad, ¿siguen encontrando oposición a la utilización del cannabis medicinal? ¿Y respecto de la comunidad científica/médica?

GC: Sí, como con las fuerzas de seguridad, hay mucho desconocimiento, temores y prejuicios n la formación de profesionales de la salud que solo ven a la planta de cannabis en materias como toxicología. Aún existen profesionales que cuando se les consulta por terapias con cannabis (cuya seguridad hoy está ampliamente difundida), comparan sus efectos con los de los opioides, lo cual es clara prueba de la falta de información que aún persiste. 
Por suerte, cada vez son más quienes se interesan, se acercan a las organizaciones, ejercen la escucha y el acompañamiento y reconocen que tienen mucho que aprender de la planta y de quienes venimos utilizándola desde hace tantos años. Falta mucho, pero de a poco va modificándose esa miada. 

DJ: ¿Tuvieron que romper prejuicios personales respecto a su utilización?

GC: Cada historia es diferente y son cientos, miles de personas. Habemos quienes traíamos ya algún conocimiento de la planta, y quienes no, pero todas tuvimos que sacudirnos la mirada prohibicionista en algun sentido, ya que fuimos criadas en ese paradigma. Hay que decir que es un proceso que la planta facilita porque al ver los efectos que tiene en nosotras o las personas que cuidamos, nos damos cuenta de su potencial y sus beneficios. 

DJ: ¿Cómo repercute su utilización en la calidad de vida, tanto de las y los pacientes como de sus familias?

GC: Como decimos siempre, el uso de la planta no solo mejora a la persona que la utiliza, sino que mejora la calidad de vida de todo el círculo íntimo de esa persona. Imaginate una familia que vive con una persona que, por un motivo u otro, padece insomnio, o dolor crónico. Cuando esa persona deja de padecer esos síntomas, puede descansar y disfrutar la vida, esa familia, que los padece también indirectamente, puede también empezar a vivir mejo.r Esto es especialmente cierto en las cuidadoras: el cannabis nos hace mejores cuidadoras y nos conecta con la naturaleza de una manera mucho más sabia y consciente.