En el marco de un conflicto vecinal, un juez de Rio Negro ordenó a una pareja que no invada el terreno de lindero con un dron. "El uso de la tecnología y de sofisticados mecanismos de vigilancia y seguridad han generado repercusiones en la vida de las personas y también en la convivencia entre vecinos", aseguró.
El Juzgado de Paz de Cipolletti, provincia de Río Negro, debió intervenir en un conflicto vecinar a raíz de la denuncia de una mujer que un domingo a la mañana salió a su patio y se encontró con un drone que se posó frente a su cara. Cuando se cubrió el rostro con las manos, el aparato atravesó nuevamente el paredón y desapareció.
La mujer denunció que el aparato era propiedad de sus vecinos y detalló que después de ese encuentro a tan corta distancia, el dispositivo sobrevoló hasta la casa contigua. Asimismo, relató que existían conflictos en la convivencia que incluían un trato violento, hostigamiento y problemas con la basura.
Con el objetivo de llegar a una solución, el juez de paz les ordenó a los vecinos "abstenerse en forma recíproca de producir acciones perturbadoras y/o de hostigamiento, rondar o vigilar sus respectivos domicilios, proferirse insultos y/ o agravios por ningún medio de comunicación, ya sean telefónicos, escritos, redes sociales".
Al contestar el reclamo, el matrimonio vecino sostuvo que los inconvenientes habían devenido de un árbol, propiedad de la mujer. Que sus ramas arrojan grandes cantidades de hojas en su patio. Que caen dentro de su pileta y también arriba de la casa tapando las canaletas y desagotes del entretecho.
Con el objetivo de llegar a una solución, el juez de paz les ordenó a los vecinos "abstenerse en forma recíproca de producir acciones perturbadoras y/o de hostigamiento, rondar o vigilar sus respectivos domicilios, proferirse insultos y/ o agravios por ningún medio de comunicación, ya sean telefónicos, escritos, redes sociales".
"El uso de la tecnología y de sofisticados mecanismos de vigilancia y seguridad han generado repercusiones en la vida de las personas y también en la convivencia entre vecinos", destacaron desde el organismo.
Considerando además la proximidad de sus viviendas, las cuales son lindantes, y que se han sucedido inconvenientes que pueden ser tolerados, siempre dentro del marco de los límites de la razonabilidad, lo que en el caso no ha acontecido.
Teniendo en las conductas reiteradas entre estos vecinos que han devenido en los inconvenientes planteados, resolveré considerando que se han manifestado en el sentido de la necesidad de que no exista más conflicto en su vínculo, y que el asunto de una eventual poda del árbol se canalizará a través del presentaciones en este Juzgado de Paz", se lee en el fallo.