La compañía tomó la decisión de adoptar el capitulo 11 de la ley de quiebras de los Estados Unidos hace poco menos de ocho meses ante las grandes pérdidas que comenzó a tener a raíz de los atentados que en septiembre de 2001 sacudieron a los Estados Unidos.
Vale destacar que el capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos otorga protección temporal frente a acreedores y le permite a la empresa continuar operando bajo la supervisión de un juez de quiebra con la posibilidad de realizar un saneamiento.
US Airways Group, es la séptima mayor aerolínea de Estados Unidos y tiene su sede en Arlington, Virginia y ahora cuenta con el 36 por ciento menos personal, 30 por ciento menos asientos disponibles en sus vuelos y 25 por ciento de vuelos menos que los que tenía antes de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
La firma, también, recortó sus costos anuales en 1.900 millones de dólares y luego de apegarse a la ley su deuda a bajado a cerca de 8.000 millones de dólares desde los 10.650 millones originales.
Asimismo, la aerolínea recibió una garantía federal de préstamos por 940 millones de dólares, que respaldará 1.000 millones de dólares en financiación privada.
Por su parte, otras dos empresas United Airlines y Hawaiian Airlines dos de las más grandes de los Estados Unidos aún continúan con la protección que les brinda el capítulo 11 de la ley.
Por su parte, American Airlines eludió por el momento tener que declararse en quiebra luego de llegar a acuerdos preliminares con tres sindicatos, pero aún quedan cuestiones técnicas por resolver.
Asimismo, la empresa, la más grande del mundo, logró unos 1.800 millones de dólares en concesiones laborales los que eran vitales para pedir protección ante sus acreedores.
Por su parte, la Asociación de Pilotos Aliados propuso un ahorro de 660 millones de dólares mediante el cambio de reglamentos laborales y amplios recortes salariales.
Desde American anunciaron que esa suma es la parte que le corresponde a los pilotos dentro de los necesarios recortes de gastos.