La Corte Suprema de Estados Unidos condenó a la firma Bayer a abonarle 25 millones de dólares a Edwin Hardeman, un granjero que pudo demostrar que tras décadas de exponerse al glifosato contrajo un cáncer en el sistema linfático.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este martes la apelación de la empresa químico-farmacéutica alemana Bayer, dueña de Monsanto, y confirmó la compensación económica para un granjero que contrajo cáncer tras décadas de usar el herbicida Roundup, con glifosato.
Los miembros del tribunal, confirmaron la compensación de US$ 25 millones a Edwin Hardeman, un granjero que pudo demostrar que tras décadas de exponerse al herbicida contrajo el Linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático. El demandante utilizó el herbicida entre 1980 y 2012 en su granja de San Francisco, demandó a Monsanto en 2016 y adujo que en la etiqueta del producto no existían advertencias por su uso.
"Bayer de forma respetuosa está en desacuerdo con la decisión de la Corte Suprema. La compañía cree que la decisión debilita la habilidad de las firmas de dependen en las acciones oficiales tomadas por las agencias regulatorias de expertos", comunicó este martes la empresa tras el fallo.
Si bien aún se desconocen los argumentos del fallo, se cree que el precedente puede generar miles de potenciales reclamos de resarcimientos por los casos de cáncer provocados por su herbicida Roundup.
Durante el proceso, Bayer adujo que los reclamos eran improcedentes ya que Roundup tenía una aprobación federal para su uso; no obstante, previendo un fallo adverso, el año pasado incrementó con US$ 4.500 millones (que se suman a otros US$ 11.600 millones) los fondos para un programa de reclamos.
También anunció que planea reemplazar el glifosato por otros ingredientes activos en los herbicidas destinados al mercado residencial estadounidense desde 2023, aunque continuará ofreciendo el producto a los agricultores.
La empresa acudió en agosto pasado a la Corte Suprema con el fin de revertir el fallo de un tribunal menor amparándose en que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó el producto, por considerar que el glifosato no es un riesgo a la salud pública ni es cancerígeno siempre y cuando se sigan las indicaciones.
Bayer argumentó que el Acta Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas protege a la compañía de culpabilidad, ya que la misma establece que los Estados pueden elegir no imponer requerimientos en las etiquetas que "se sumen o sean diferentes" a los que indica la ley federal.
Actualmente Bayer afronta 125.000 demandas por el uso del glifosato en Estados Unidos, de los cuales 30.000 permanecían frenados y sin acuerdo a la espera del fallo de la Corte.
"Bayer de forma respetuosa está en desacuerdo con la decisión de la Corte Suprema. La compañía cree que la decisión debilita la habilidad de las firmas de dependen en las acciones oficiales tomadas por las agencias regulatorias de expertos", comunicó este martes la empresa tras el fallo.