Por primera vez, una persona fue detenida como presunto autor de múltiples delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil y explotación sexual de menores en el mundo virtual.
La palabra “metaverso” se difundió a gran escala en octubre de 2021, cuando Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook, anunció un “universo” virtual al que se puede acceder a través de la realidad aumentada.
El nuevo “mundo” trajo consigo interrogantes, ya que muchos de los delitos que puedan cometerse en el metaverso son los mismos que ya existían en el mundo offline, adaptados al entorno virtual. Esta semana se conoció que un joven, de 18 años, fue detenido como presunto autor de múltiples delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores a través de Internet.
Se trata del primer detenido por un delito en el mundo del metaverso y se ha producido en el marco de la 'Operación Suzaku', llevada a cabo por agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de Zaragoza, España.
Todo comenzó en mayo de 2022 cuando unos padres denunciaron que su hija, de 11 años, había sido engañada, a través de una aplicación online, para remitir fotografías y videos de carácter sexual explícito a otro usuario de esa misma aplicación. Para ello, el joven utilizó una app centrada en la creación de comunidades de usuarios interesados en el metaverso, según informaron medios españoles.
Por estas horas se analiza la cuenta utilizada por el joven y se detectó una veintena de chats con niñas menores en los que el joven solicitaba y remitía fotografías y videos de carácter sexual explícito.
El supuesto autor de estos delitos se habría creado un perfil o un avatar bajo la supuesta identidad de una chica de 19 años con intereses bisexuales y, una vez que encontraba a chicas con los mismos intereses, "se ganaba su confianza y lograba que le remitiesen fotografías y vídeos de carácter sexual" y realizaba también intercambios de este material "de archivos conseguidos a su vez de otras víctimas", que enviaba como propios.
La policía secuestró un disco duro interno de 1 TB de capacidad y el teléfono donde guardaba el material gráfico obtenido de la menor, además de archivos de otras niños.
Por estas horas se analiza la cuenta utilizada por el joven y se detectó una veintena de chats con niñas menores en los que el joven solicitaba y remitía fotografías y videos de carácter sexual explícito.