La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil elevó el resarcimiento -por incapacidad sobreviniente, tratamiento psicoterapéutico y daño moral- a favor de una mujer, quien fue atacada por un perro raza Golden Retriever.
El hecho ocurrió en 2014, cuando la mujer se dirigía desde su casa hacía el supermercado a fin de efectuar unas compras. En el camino se encontró con su vecino –demandado- que paseaba a su perro Golden Retriever y, al pasar por su lado, se detuvo a saludarlo. En ese momento el can –“que se encontraba suelto en la vereda, sin bozal, ni correa”, y le saltó en forma violenta sobre el rostro.
La actora sufrió “una lesión en su nariz que determinó la amputación de la punta nasal”, según se desprende de la causa “D. B., A. L. C/ P. M. R. y otro S/ Daños y Perjuicios”. En primera instancia se hizo lugar a la demanda.
En este contexto, el Tribunal de Alzada advirtió que la accionante fue atacada por el perro y que dicho ataque le produjo daños, por lo que correspondía a los emplazados “acreditar que el ataque del perro Golden Retriever a la accionante obedeció a un hecho de la víctima o de un tercero, lo que no surge de ningún elemento probatorio”.
“La imprevisibilidad del temperamento de cualquier animal, aun de aquellos categorizados como domésticos, exigen adecuadas y suficientes medidas de seguridad para evitar que acciones o reacciones de aquéllos - naturalmente imprevisibles- puedan generar daños a terceros”, concluyó la sentencia.
En el caso no se acreditó que el animal se encontrare con “rienda y pretal o collar y bozal”, de acuerdo con las normas fijadas en el artículo 29 de la ordenanza 41.831 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que regulan el tránsito y la permanencia de perros en la vía pública.
“La imprevisibilidad del temperamento de cualquier animal, aun de aquellos categorizados como domésticos, exigen adecuadas y suficientes medidas de seguridad para evitar que acciones o reacciones de aquéllos - naturalmente imprevisibles- puedan generar daños a terceros”, concluyó la sentencia.