“Las declaraciones cuestionadas resultan potencialmente hábiles para alentar la persecución o el odio contra un grupo de personas”, escribieron los camaristas Raúl Madueño, Pedro David y Juan Fegoli, quienes ordenaron una “profunda investigación” sobre los dichos del ex banquero, quien en junio de 2000 acusó a “un grupo de periodistas judíos” de complotarse en su contra.
En ese programa especial emitido por el canal 7 de Mendoza llamado “Cara a Cara con Moneta” el cuestionado banquero se refirió a “las causas religiosas que habrían producido la caída del banco de Mendoza” y acusó periodistas “que profesan otras religiones” de atacarlo “permanentemente”, y nombró a tres periodistas de orígen judio: Horacio Verbitsky, Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda.
La fiscal María Susana Balmaceda, que atendió la denuncia original, opinó que los dichos de Moneta “resultan claramente discriminatorias en tanto intentan descalificar a un grupo de periodistas por el sólo hecho de profesar la religión judía”, al apelar el archivo por “inexistencia de delito” ordenado por la justicia federal mendocina.
Para la fiscal los dichos de Moneta eran aún más graves por la “gran carga emotiva” que causó en Mendoza la liquidación del Banco y que “trasuntaron la intención manifiesta del denunciado de alentar al odio por razones religiosas”.
Después, los camaristas de Casación, por voto unánime, ordenaron reabrir lacausa porque esos dichos “podrían constituir delito por eventual intencionalidad discriminatoria” lo que podría derivar en “la posible afectación del bien jurídico donde la dignidad humana, la libertad y la nodiscriminación son inseparables entre sí”, indicaron.
De esta forma, el ex banquero deberá ser investigado nuevamente por el juezde instrucción mendocino que archivó la causa. El delito que se le imputa a Moneta prevé penas de un mes a tres años de cárcel y reprime a quien aliente o incite “a la persecución o al odio contra una persona por su raza, religión,nacionalidad o ideas políticas”.